Consumir naranjas diariamente tiene importantes beneficios para la salud de nuestros riñones

Ricas en agua, vitamina C y antioxidantes, las naranjas son una opción saludable para proteger la función renal. Su consumo moderado es clave para evitar riesgos en personas con enfermedades renales.

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Naranjas.
Foto: Freerange.

Redacción El País
La naranja es una de las frutas más consumidas gracias a su sabor, versatilidad y beneficios nutricionales. Se encuentra fresca, como jugo, o incluso en recetas de postres y mermeladas. Sin embargo, su valor no se limita a la cocina: esta fruta es un aliado importante para el cuidado de los riñones.

Su alto contenido de agua (90%), sumado a su aporte de vitamina C, flavonoides y betacarotenos, convierte a las naranjas en un alimento que ayuda a mantener la hidratación de los riñones, un aspecto esencial para su correcto funcionamiento.

Naranjas VS bananas: ¿qué elegir para cuidar los riñones?

Mientras que la naranja favorece la salud renal, otras frutas, como la banana, pueden ser menos convenientes para quienes padecen enfermedades renales. Esto se debe a su elevado contenido de potasio, un mineral que, aunque esencial para funciones nerviosas y musculares, puede acumularse peligrosamente en el organismo de personas con función renal disminuida.

Por cada 100 gramos de banana, se aportan 200 miligramos de potasio, y una porción promedio contiene 329 miligramos, según la Fundación Española de la Nutrición (FEN). En contraste, las naranjas ofrecen una opción más segura para mantener hidratados los riñones y evitar riesgos asociados al exceso de potasio.

Jugo de naranja.
Jugo de naranja.
Foto: Pixabay.

¿Cuántas naranjas consumir al día?

El consumo de naranjas debe adaptarse a las necesidades de cada persona. Para quienes tienen enfermedades renales, se recomienda limitarse a una pieza diaria, ya sea como fruta entera o jugo, para evitar sobrecargar estos órganos.

En cambio, las personas sin problemas renales pueden consumir hasta dos naranjas enteras o incluso cuatro si se eligen en forma de jugo. Sin embargo, la fruta fresca sigue siendo preferible, ya que el jugo contiene menos fibra y una menor concentración de vitaminas y minerales.

Incorporar naranjas a la dieta diaria puede ser una forma efectiva de cuidar los riñones, siempre teniendo en cuenta las necesidades individuales. Moderación y elección consciente son las claves para aprovechar al máximo las propiedades de esta fruta, mientras se mantiene una salud renal óptima.

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