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Actualmente, los recipientes de plástico son ineludibles en la cocina pero todavía persisten algunas dudas: ¿Todos se pueden meter en el microondas? ¿Cuál es el mejor para almacenar y calentar alimentos? ¿Qué alimentos no conviene almacenar en recipientes de plástico (por las dudas, acá dejamos las respuestas a esa pregunta)?

La respuesta es: no todos pueden usarse de la misma manera, y sí, hay algunos que son mejores en términos de seguridad para la salud, por lo que los consumidores deben prestar atención al comprarlos. “El microondas es un aparato que emite ondas que actúan mediante las vibraciones de moléculas, principalmente las de agua, generando calor y calentando el alimento. El recipiente que se use debe ser resistente a estas vibraciones. No debe calentarse, ya que podría derretirse y liberar sustancias tóxicas en los alimentos”, explica el biomédico Roberto Figueiredo, conocido como Dr. Bacteria.

Según el especialista, el primer paso es verificar en el empaque si el recipiente es resistente para el microondas. Otro dibujo que suelen tener los recipientes en relieve es el de cubiertos. Los que tienen un dibujo de un tenedor y un vaso, por ejemplo, son seguros para el contacto con alimentos. “También se puede hacer una prueba. Colocá dos recipientes en el microondas: uno con dos dedos de agua y el otro vacío. Enciende el aparato durante un minuto. Si el recipiente de prueba está muy caliente al final, significa que no es resistente. Para ser usado en el microondas, debe estar entre tibio y frío”, explica.

Taila Figueiredo, miembro de la Cámara Técnica de Alimentos y Bebidas del Consejo Regional de Química de Río de Janeiro, menciona otro aspecto importante: muchas personas desconocen que en el fondo del recipiente hay un número impreso dentro de la figura de un triángulo de reciclaje. Esto indica que el envase puede ser reciclado y, por lo tanto, debe separarse para la recolección selectiva.

Además, la numeración identifica el tipo de resina plástica utilizada en la fabricación de ese recipiente. “Los símbolos de identificación de materiales plásticos fueron creados originalmente para ayudar en el reciclaje, ya que cada plástico tiene una composición, uso y características diferentes, aunque visualmente se parezcan. Pero fue más allá, y ahora es obligatorio que aparezcan en los recipientes para ayudar a identificar cuál es el mejor plástico para un uso específico, como envases para líquidos, productos de limpieza y hasta cuáles pueden calentarse”.

Foto: Flickr.

Los números van del 1 al 7 y representan:

1. PET (polietileno tereftalato)
   
2. PEAD (polietileno de alta densidad)
   
3. PVC (policloruro de vinilo)
   
4. PEBD (polietileno de baja densidad)
   
5. PP (polipropileno)
   
6. PS (poliestireno)
   
7. Bisfenol A (BPA) y otros materiales diferentes a los anteriores

“Los plásticos con códigos de reciclaje como 2, 4 o 5 suelen ser más seguros para su uso en el microondas, ya que son termoplásticos y atóxicos, es decir, no se derriten fácilmente y no liberan sustancias tóxicas en los alimentos. Los recipientes con los números 3, 6 y 7 deben evitarse, especialmente el número 7”, afirma Figueiredo.

Esto se debe a que el bisfenol A, también conocido como BPA, es una sustancia tóxica que, en grandes cantidades, puede alterar el sistema hormonal. Según los especialistas, a largo plazo, podría ser un factor de riesgo para algunos tipos de cáncer, como el de ovario y próstata, además de otros problemas como la endometriosis.

Según los especialistas, almacenar galletas, por ejemplo, en recipientes dentro del armario no presenta problemas si el recipiente está nuevo e intacto. El riesgo ocurre si el envase presenta grietas, rayones o marcas, lo que indica que ha sido usado durante bastante tiempo. Este tipo de fisuras en el plástico, cuando se expone a diferentes temperaturas, frías o calientes, también puede liberar sustancias tóxicas que son nocivas para la salud.

“Cuando no hay cambio de temperatura y el recipiente está intacto, no hay problema. Sin embargo, las grietas, incluso a temperatura ambiente, pueden representar una amenaza de contaminación por microplásticos, por ejemplo. El congelador es menos problemático debido a la temperatura negativa, pero hay cierta preocupación cuando se descongela el alimento, ya que habrá un nuevo cambio de temperatura”, explica la endocrinóloga María Izabel Chiamolera, miembro de la Sociedad Brasileña de Endocrinología y Metabología (SBEM).

Foto: Flickr.

Sin embargo, los especialistas coinciden en que los mejores recipientes para almacenar alimentos, calentarlos o enfriarlos no son los de plástico, sino los de vidrio o porcelana. Esto se debe a que son más difíciles de rayar o agrietar, no se derriten cuando se exponen a altas temperaturas y conservan los alimentos en bajas temperaturas.

Además, no están hechos con los materiales tóxicos del plástico y no representan una amenaza de contaminación para el organismo.

“Pero hay algunas desventajas. Son más caros y difíciles de transportar en el transporte público, por ejemplo, debido al riesgo de que se rompan. Un consejo que doy es que, si es posible, las personas que almuerzan o cenan en el trabajo y necesitan llevar comida, dejen un plato en el trabajo. Lleva la comida en un recipiente de plástico nuevo, con la numeración correcta, y al llegar, pon la comida en el plato y mételo en el microondas”, sugiere Figueiredo.

En caso de duda, como ocurre con cualquier otro tipo de envase plástico, los especialistas recomiendan que las personas revisen las etiquetas, el fondo del recipiente, observen si hay dibujos en relieve y, si es posible, hagan la prueba en el microondas.