Redacción El País
Desde siempre, el pescado ha ocupado un lugar privilegiado en la alimentación saludable, y la caballa se posiciona como uno de los protagonistas por sus múltiples beneficios.
Este pescado azul, conocido también como mackerel en inglés, destaca no solo por su sabor agradable y su precio accesible, sino también por ser una fuente rica de nutrientes esenciales que favorecen la salud cardiovascular, la memoria y la piel.
Beneficios clave de la caballa
La caballa es especialmente rica en omega-3, un ácido graso esencial que regula los niveles de colesterol, reduciendo el LDL (colesterol malo) y aumentando el HDL (colesterol bueno). Este beneficio, compartido con otros pescados azules como el salmón o las sardinas, contribuye a mantener la salud del corazón y a prevenir enfermedades cardiovasculares, según la Fundación Española del Corazón (FEC).
Adicionalmente, este pescado contiene nutrientes esenciales como:
- Vitaminas B6 y B12: Importantes para el sistema nervioso y la producción de energía.
- Vitamina D: Clave para la salud ósea y el sistema inmunológico.
- Niacina: Beneficia el metabolismo y ayuda a reducir el colesterol.
- Fósforo: Contribuye a mejorar la memoria y el rendimiento cognitivo.
Aliada en la salud cerebral y cognitiva
El cerebro humano está compuesto en un 50-60% por grasas, de las cuales un 35% son omega-3. Dentro de este grupo, el DHA (ácido docosahexaenoico) juega un papel crucial en la función cerebral y la protección de las células nerviosas.
De acuerdo con investigaciones respaldadas por especialistas en salud, la caballa, gracias a su elevado contenido de DHA, puede:
- Mejorar el funcionamiento cerebral y el razonamiento.
- Proteger las células cerebrales frente al envejecimiento.
- Reducir el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la demencia.
Un aliado para la piel y las articulaciones
El colágeno, una proteína esencial para mantener la piel firme y saludable, disminuye con la edad. La caballa estimula su producción gracias a su contenido en omega-3 y otros nutrientes, ayudando no solo a la piel, sino también a las articulaciones, al contrarrestar los efectos del envejecimiento.
¿Cómo incorporar caballa a tu dieta?
La caballa puede disfrutarse fresca o en conserva, conservando su riqueza nutricional. Algunos consejos prácticos para incluirla en tus comidas:
- Añádela a ensaladas o pastas.
- Prepárala al horno con hierbas y vegetales.
- Úsala como base para untables saludables.
La caballa no es solo un alimento delicioso, sino una verdadera inversión en salud. Incorporarla a una dieta equilibrada, combinada con hábitos saludables y actividad física, puede marcar una diferencia significativa en la calidad de vida. Consultar con un nutricionista siempre es una buena idea para ajustar las porciones y beneficios a las necesidades personales.
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