Redacción El País
El nanche, también conocido como nance o nanchi, es una pequeña y versátil fruta originaria de América Central, América del Sur y varias regiones de México. Su tamaño es similar al de una aceituna, y dependiendo de su madurez, varía en color desde amarillo hasta naranja.

Más allá de su sabor, el nanche se destaca por su alto contenido nutricional, posicionándose como una excelente fuente de colágeno y proteínas, aportando más de un 3,6% de proteína, superando a frutas comunes como la banana o la manzana.

Entre sus beneficios, el nanche es una excelente fuente de vitamina C, un nutriente vital para la reparación de tejidos, la formación de colágeno y la prevención del envejecimiento prematuro, especialmente en la piel. Esta vitamina también fortalece los tendones, ligamentos y vasos sanguíneos.

Además de su contribución en colágeno y proteínas, el nanche ofrece otros valiosos beneficios para la salud. Refuerza el sistema inmunológico gracias a sus vitaminas A y C, mejora la digestión debido a su alto contenido en fibra y promueve la salud ósea al aportar minerales como el calcio y el fósforo. Su efecto antioxidante ayuda a combatir los radicales libres, previniendo así enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

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Incorporar nanche en la alimentación diaria es sencillo. Puede disfrutarse fresco como un snack, mezclado en batidos o jugos para un toque tropical, o incluso en ensaladas para un extra de nutrientes.

También es ideal para postres como mermeladas o mousses, y en salsas para acompañar carnes o pescados, aportando un sabor único y saludable a cualquier comida.