Milenka Duarte, El Comercio/GDA
Durante siglos, los seres humanos hemos estado en la búsqueda del equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu, ya que este trinomio perfecto es la clave para alcanzar una vida plena. Una técnica que podemos poner en práctica es la aromaterapia, la cual induce a un estado de relajación, ayuda a mejorar el estado de ánimo y es una excelente aliada para aliviar diversos malestares.

La aromaterapia es un tratamiento alternativo cuyos orígenes se remontan a los antiguos egipcios. Considerados los primeros terapeutas en aromas, empleaban aceites naturales a base de eucalipto, lavanda o clavo de olor con fines médicos y cosméticos, así como para aromatizar los templos. Cleopatra solía recurrir a estas artes: se dice que realizaba tratamientos de piel a base de aceites esenciales, que rellenaba su colchón con pétalos de rosas y que cuando tenía que negociar perfumaba su pelo y el ambiente con jazmín.

Según refirió Pamela Ruiz, ingeniera y directora de Esencias & Aromas, este método se basa en el uso de aceites esenciales, los cuales son extraídos de plantas, flores o hierbas. De acuerdo a Johnny Ferrer, del Centro de Terapias y Salud, esta terapia está enfocada en estimular sensorialmente el sistema nervioso central y generar una conexión con los órganos internos, mejorando la salud y el bienestar en general.

El especialista indicó que es importante realizar un diagnóstico previo para determinar cuál es el mejor aceite esencial en cada caso y proponer un tratamiento, que puede estar ligado a técnicas terapéuticas como el shiatsu, la reflexología, la acupuntura o masajes (relajante, descontracturante, reductor, etcétera).

Los masajes con aromaterapia suelen realizarse mediante dos métodos: por inhalación, al colar la esencia y colocarla en un difusor, o por aplicación directamente en la piel.

Los masajes olfativos se dirigen directamente al cerebro, motivo por el cual podemos experimentar un cambio notable en nuestro estado de ánimo cuando estamos expuestos a determinados olores. Además, hay que tomar en cuenta que la corteza olfativa también es parte de nuestro sistema límbico, que se encarga de regular emociones. Definitivamente, cada aceite esencial empleado en la aromaterapia tiene su propio impacto en nuestras emociones.

El tratamiento con aromas tiene múltiples beneficios ya que ayuda a liberar las tensiones, mejora el funcionamiento del sistema nervioso, tonifica la piel y activa la circulación, fortalece y recupera la elasticidad de los músculos, alivia el dolor y mejora la digestión.

Ruiz explicó que los aceites esenciales poseen propiedades diversas, las cuales facilitan los masajes con aromaterapia según la dolencia de cada persona. Para masajes románticos, se sugieren aromas a rosa, canela, vainilla y sándalo. Para meditativos, mirra, patchulie, sándalo e ylang-ylang (flor originaria de Madagascar). Para tratamientos equilibrantes, son buenos el geranio, albahaca y clavo de olor. En masajes relajantes se suele usar manzanilla, jazmín, enebro o lavanda. Para los energizantes, lemongrass, bergamota, pomelo y té verde, mientras que para los masajes purificantes son buenos el tomillo, ciprés, citronella y mejorana.