Mariana Sánchez, El Universal/GDA
La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y cuidarla es muy importante para nuestra salud en general. Una de las cuestiones a las que hay que prestar atención son los lunares, que aparecen como pequeños puntos marrones y son causados por grupos de células que producen la pigmentación.
Desde Mayo Clinic afirman que la mayoría de los lunares son inofensivos y que en raros casos se vuelven cancerosos. Sin embargo, es fundamental observarlos por si sufren cambios o aparecen otras manchas que pueden dar cuenta de la presencia de un melanoma maligno.
Sobre este tema, la American Cancer Society remarca que hay lunares que los tenemos desde nuestro nacimiento y otros que aparecen con el tiempo. También advierte sobre la importancia de controlarlos y consultar a un especialista de la salud si advertimos alguna variación en su tamaño, textura, color y forma.
Estos cambios que pueden padecer los lunares podrían ser señales o síntomas de melanoma o lunares peligrosos, y por ello la recomendación de la consulta médica. Por otro lado, la entidad precisa que los lunares peligrosos pueden aparecer en lugares particulares de nuestro cuerpo y distintos a la piel, como lo puede ser dentro de la boca, en el iris del ojo, debajo de las uñas y debajo de un dedo del pie.
Lo primordial será siempre la prevención, evitando la exposición al sol y protegiendo la piel con productos adecuados. Luego, el autoexamen y control de nuevos lunares y, finalmente, la consulta con un especialista para que realice el diagnóstico.