¿Cuánto café se puede tomar al día para no perjudicar la salud y el sueño? Y quiénes no deberían tomarlo

El café contiene miles de compuestos químicos, muchos de los cuales pueden influir en la salud, sin embargo, también puede presentar algunos riesgos para la salud.

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Una taza de café pronto para tomar
Una taza de café pronto para tomar.
Foto: Pixabay

O Globo / GDA
Para muchos comenzar el día sin un café es algo impensable. Tanto por su gusto, por lo calentito, porque los ayuda a despertarse. Las razones son infinitas. Otros, incluso, afirman que es por salud y su escudo son son algunos estudios científicos que sugieren que que los bebedores de café viven más tiempo y tienen menores riesgos de sufrir diabetes tipo 2, enfermedad de Párkinson, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. ¿Pero hay un límite para ingerir esta bebida o se puede tomar tanto como se guste?

El café contiene miles de compuestos químicos, muchos de los cuales pueden influir en la salud, sin embargo, también suele ser la principal fuente de cafeína para las personas, y de ahí precisamente provienen la mayoría de los riesgos. Esto se debe a que demasiada cafeína puede provocar taquicardia, nerviosismo, ansiedad, náuseas o problemas para dormir, así como dolores de cabeza, reflujo ácido y, en dosis suficientemente altas, incluso temblores o vómitos.

Además, la cafeína puede provocar un aumento a corto plazo de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, especialmente si no la consume con regularidad, pero esto generalmente no es dañino. Los estudios demuestran que el consumo habitual de café no parece aumentar la presión arterial ni el riesgo de ritmo cardíaco anormal a largo plazo.

Según los expertos, sería necesario consumir al menos 10.000 miligramos de cafeína –o el equivalente a entre 50 y 100 tazas de café, dependiendo de la concentración– para que fuera potencialmente mortal.

La mayoría de los adultos pueden consumir de forma segura 400 mg de cafeína (o la cantidad de aproximadamente cuatro tazas de café preparado o seis tragos de espresso) por día, según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

Si está embarazada, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos recomienda no más de 200 miligramos al día.

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¿Un aliado para dejar de fumar?
Foto: Flickr.

"El café me cae mal": cuáles son los motivos

El departamento de salud de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) explica que la cafeína es absorbida rápida y completamente por el cuerpo. De hecho, a los 45 minutos de beber una taza de café ya se encuentra absorbido el 99% de la cafeína que contiene y la institución estadounidense explica que dentro del cuerpo viaja desde el tracto digestivo hasta el torrente sanguíneo, donde puede alcanzar niveles máximos a los 15 minutos de su consumo.

Luego de unas horas –explican– ciertas enzimas en el hígado comienzan a metabolizar o descomponer la cafeína de manera gradual mediante una serie de pasos. “En un adulto joven sano, el hígado tarda unas seis horas en reducir a la mitad la cantidad de cafeína circulante. Pero a medida que las personas envejecen, las enzimas involucradas en el metabolismo de la cafeína se vuelven menos eficientes lo que conduce a la tasa de eliminación más lenta”, señalan a la vez que destacan que factores como el embarazo, ciertos medicamentos y ser fumador, también pueden disminuir la velocidad con la que se metaboliza la cafeína.

La Clínica Mayo afirma que la cafeína podría ser contraproducente en personas con problemas de presión arterial. Una de las hipótesis que baraja la institución es que lo mencionado ocurre luego de que la sustancia bloquee una hormona que ayuda a mantener las arterias dilatadas. Otra teoría es que la cafeína hace que las glándulas suprarrenales liberen más adrenalina, lo que hace que aumente la presión arterial.

Café
Tomando café.
Foto: Freepik.

Quiénes no deberían tomar café

Si bien no hay estudios que sean concluyentes respecto a cuáles son los efectos negativos de la cafeína y que ello determine una prohibición del consumo de café, hay casos como los de las personas con hipertensión, en los que la cantidad debe ser controlada y se recomienda un control médico.

Algunas investigaciones como la de Kelli McGrane, especialista en nutrición que explica cómo la cafeína puede causar aumentos temporales de presión arterial y frecuencia cardíaca; esto mismo lo afirma la Fundación Española del Corazón.

Por los efectos psicoactivos de la cafeína, las personas que sufran de trastornos de ansiedad también deberían evitar tomar café, ya que los cambios en el sistema nervioso podrían afectarles, produciendo algún episodio de ansiedad con efectos como temblores, nerviosismo o taquicardias. También las personas con problemas intestinales pueden tener efectos negativos al beber café como reflujo, gastritis o molestias estomacales en general.

Por otra parte, hay médicos que recomiendan a las embarazadas que eviten la ingesta de café porque podría provocar un parto prematuro.

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