The New York Times
“Tenemos que recuperar el control”, dijo Jakob Forssmed, ministro de Asuntos Sociales y Salud Pública, y dar a los niños “la posibilidad de tener otro tipo de infancia”. La intención de la política sueca —y de otras similares— es reducir las distracciones, fomentar un desarrollo saludable y ayudar a preservar la inocencia de la infancia. Pero algunos expertos se preguntan si las orientaciones —por bien intencionadas que sean— pueden ser demasiado poco realistas y demasiado crítica para mantenerse.
¿Cuáles son las recomendaciones suecas?
Las nuevas recomendaciones suecas sobre el tiempo frente a la pantalla se dividen en cuatro categorías principales:
Duración. Nada de pantallas para los menores de 2 años, una hora como máximo para los niños de 2 a 5 años, dos horas para los niños de 6 a 12 años y tres horas para los adolescentes.
Control. Suecia recomienda seguir los límites de edad facilitados por las empresas de redes sociales y juegos, y que los padres vigilen lo que usan sus hijos.
Dormir. Nada de pantallas antes de acostarse, ni en el dormitorio. (Probablemente también sea una buena medida para los adultos, dicen los científicos del sueño).
Autorreflexión. Los padres deberían reflexionar ellos mismos sobre el tiempo que pasan frente a una pantalla, que puede interferir en la interacción con sus hijos y marcar la pauta para ellos.
Forssmed describió las recomendaciones como un esfuerzo para ayudar a las familias a equilibrar la actividad física, las relaciones, las tareas escolares y el sueño, y establecer hábitos saludables. También quiere abordar lo que llamó una “crisis del sueño” para los niños mayores, que dijo podría conducir a problemas de salud mental.
¿Qué sugieren otros países?
Las orientaciones suecas sobre los niños pequeños y las pantallas se basan en recomendaciones similares de otros países. Algunos sugieren que los niños más pequeños utilicen las pantallas solo para chatear por video con adultos conocidos.
Los expertos en salud pediátrica de Estados Unidos e Irlanda recomiendan no utilizar pantallas antes de los 18 meses, salvo para chatear por video con adultos conocidos. Los expertos de Canadá, Australia y Suecia, no hacen excepciones con los chats y recomiendan que los más pequeños no utilicen las pantallas antes de los 2 años.
Francia podría ir más lejos. El presidente Emmanuel Macron encargó un informe, que se publicó en abril, en el que se recomendaba que los niños menores de 3 años no estuvieran expuestos a pantallas, incluida la televisión. (El informe se titula “Los niños y las pantallas: en busca del tiempo perdido”, un guiño a Marcel Proust).
La lógica de no exponer a los más pequeños a pantallas
Muchos expertos dudan de que el uso de pantallas aporte algún beneficio educativo a quienes aún están aprendiendo a andar, hablar, sentir, socializar y desenvolverse en el mundo. A algunos también les preocupa que demasiado tiempo pasivo frente a la pantalla pueda hacer que los niños sean menos activos durante los años críticos.
“Desde un punto de vista neurobiológico, en los primeros años de vida ocurren muchas cosas”, dijo Sebastian Suggate, catedrático de Educación de la Universidad de Ratisbona en Alemania. “Para eso no hay nada como el mundo tridimensional”.
Un estudio de unas 7.100 parejas madre-hijo el año pasado descubrió que más tiempo de pantalla al año de edad se asociaba con retrasos en el desarrollo de la comunicación y la resolución de problemas cuando los niños tenían entre 2 y 4 años.
“Lo más educativo es otro ser humano que no esté mirando el teléfono”, dijo Kathy Hirsh-Pasek, investigadora de la Brookings Institution y profesora de psicología en la Universidad de Temple.
Las críticas a la política de cero pantallas
Algunos investigadores creen que la política es sencillamente poco realista. ¿Qué padre no le ha dado una pantalla a un niño inquieto para que se calle en público o para que lograr un rato a solas que tanto necesita?
Suggate dijo que el aumento de las horas de trabajo de los padres, el menor tamaño de las familias, la urbanización y el miedo generalizado a dejar que los niños jueguen solos al aire libre hacen que a menudo los niños tengan menos posibilidades de entretenerse solos.
Andrew Przybylski, catedrático de Comportamiento Humano y Tecnología de la Universidad de Oxford, dijo que las prohibiciones podrían estar “avergonzando” a padres que tienen pocas opciones para tomar una decisión diferente. También dijo que la cantidad de tiempo es menos importante que el tipo de actividades que se realizan con un teléfono.
“Tiene una parte defectuosa, que se refiere a las horas crudas, que probablemente no importan”, dijo sobre las recomendaciones suecas. “Pero tiene partes de sentido común realmente buenas, que, de nuevo, tratan sobre el equilibrio del mundo en línea, el mundo de la pantalla y el mundo desconectado”.
¿Y para los niños en edad escolar?
Las orientaciones de Suecia llegan cuando los niños empiezan el nuevo curso académico y entran en vigor los esfuerzos por restringir su acceso a las pantallas.
Muchos de estos esfuerzos se vieron influidos por un informe publicado por la UNESCO en 2023, según el cual el uso de los celulares puede perturbar el aprendizaje en el aula. El informe decía que aproximadamente uno de cada cuatro países prohibía el empleo del teléfono. Un año después, ya es el 30 por ciento, dijo Manos Antoninis, director del informe.
Suecia aún no tiene una política sobre teléfonos en las escuelas, dijo Forssmed. Pero se tiene previsto hacerlo pronto.