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El azúcar está presente en nuestra dieta desde el comienzo de la vida y quizá muchos piensan que es imposible abandonarla, pero no es así. Y no solo es posible, sino que es bueno. Según Benefit Health, “el aumento global del consumo de azúcar, que se ha triplicado en los últimos 50 años, ha llevado a la ciencia a investigarlo, confirmando que no tiene valor nutricional y causa múltiples daños al organismo”.

Por ello, los nutricionistas recomiendan que, si no es posible eliminarlo, se comience reduciéndolo al mínimo o evitándolo durante determinados periodos. Señalan que resistirse al azúcar durante un mes hará que notes cambios que agradecerás.

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Gowri Reddy Rocco, experta en longevidad y fundadora de Optimum Wellness and Longevity Inc., dice que la dieta es esencial para iniciar el cambio y está estrechamente relacionada con la esperanza de vida. Garantiza que si a los 50 años buscas mejorar tu calidad de vida, es fundamental eliminar el azúcar de tu dieta diaria.

"El consumo excesivo de azúcar es uno de los peores hábitos para lograr la longevidad, ya que provoca altos niveles de inflamación que deprimen nuestra salud general", afirma.

Además, indica que las dietas con alto contenido en azúcar son aquellas basadas en alimentos ultraprocesados y pueden deteriorar la duración y la calidad de vida. "Las investigaciones muestran que los niveles altos de azúcar nutren las células cancerosas y hacen que crezcan. Esto tiene efectos negativos, como un mayor riesgo de padecer Alzheimer, enfermedades cardíacas, hipertensión y obesidad", destaca.

Foto: archivo.

En resumen, reducir el consumo de azúcar después de los 50 años traería muchos beneficios y, según Rocco, reducir el consumo de azúcar en la dieta tiene un impacto importante en la salud, hasta el punto de que puede aumentar nuestra esperanza de vida hasta 10 años.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda para un adulto con un peso saludable, una ingesta de azúcar equivalente a un máximo del 10% del aporte calórico total diario, lo que correspondería aproximadamente a 50 gramos o doce cucharaditas. Sin embargo, destaca que lo ideal es un consumo inferior al 5% (25 gramos o seis cucharaditas), sobre todo en casos de exceso de peso.