Cuidados para prevenir quemaduras en los niños y qué hacer ante un accidente doméstico

Campaña del Centro de Quemados de Niños del Pereira Rossell y el Sindicato Anestésico Quirúrgico procura concientizar y prevenir accidentes domésticos con los más pequeños.

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Uno de los testimonios es el de Morena, que de pequeña se quemó con aceite caliente.
Foto: Difusión

Redacción El País
Es épocade fiestas de fin de año y de comienzo de vacaciones. A veces uno baja la guardia y ocurre lo inesperado. De eso saben el Centro de Quemados de Niños del Pereira Rossell y el Sindicato Anestésico Quirúrgico, que por novena vez, impulsan una nueva campaña de concientización y prevención de accidentes domésticos y quemaduras en niños.

La iniciativa de este año cuenta con testimonios de personas que sufrieron graves quemaduras dentro del hogar. También suma acciones en redes sociales para mostrar las secuelas que produce en los niños las quemaduras.

“En la era de las redes sociales, la imagen es importante, y las secuelas de quemaduras también influyen en los relacionamientos de las personas en las redes sociales”, puntualizó Beatriz Manaro, directora del Centro de Quemados del Pereira Rossell.

El testimonio de Morena es uno de los que comparte la campaña. Cuando era una niña pequeña, se tropezó y cayó sobre una sartén con aceite caliente que estaba sobre una garrafa.

“Hoy la vemos muy bien, pero en ese momento le ocasionó muchísimos problemas. Estuvo 15 días sin reaccionar, estuvo muy mal, y pasó cinco meses en la Unidad de Quemados del Pereira Rossell, estuvo muy grave y luego se fue recuperando de a poquito”, contó su padre.

En uno de los videos de la campaña, la niña pide que los pequeños tengan cuidado para que no les suceda lo mismo que a ella. Su padre, por su parte, aconsejó a los adultos a que tengan mucha precaución con los más pequeños, sobre todo con sartenes, ollas, el termo con agua caliente, dado que “son cosas muy peligrosas para los ellos y la mayoría de los peligros están en los hogares”.

Otro de los testimonios es el de la deportista paralímpica y conferencista Alfonsina Maldonado. “Como la mayoría de los quemados del mundo, mi caso fue por un accidente doméstico”, recordó.

“Mi madre encendió una vela porque hubo un corte de luz. Pero se abrió la puerta con el viento y la vela se cayó arriba de la cuna cuando yo tenía seis meses y fue por eso que perdí mi mano; fue una quemadura de primer grado y tengo el cuerpo injertado”, detalló la deportista. En la actualidad, ella visita todas las semanas a niños internados por quemaduras.

“La mayoría de accidentes ocurre por termos, jarras eléctricas que se caen, mangos de sartenes y ollas y realmente no te das cuenta lo que podés provocar con esto. No son solo bebés los afectados, son niños de diez u 11 años que se les cae la leche del microondas o que agarran la sartén y se les resbala. También le pasa a gente mayor”, añadió. “Es un descuido mínimo y el dolor del quemado es indescriptible. También hemos visto a bebés quemados por el sol que terminan internados por quemaduras graves”, remarcó.

Consejos.

En el último año el Centro de Quemados del Pereira Rossell atendió a unos 1.000 niños por quemaduras.

De esos pacientes, el 80% llegó por accidentes que ocurrieron a causa del agua caliente.

Los doctores exhortan a los adultos a tener especial cuidado ante los accidentes domésticos, sobre todo en estos momentos donde los niños pasan más tiempo en los hogares, cuando se terminaron las clases.

Con respecto a los fuegos, Manaro sostuvo que en esta época del año de buen clima, en la que las fogatas y los asados son más comunes, hay que estar atentos y tener cuidado también con las brasas que quedan luego para evitar incendios. “Este tipo de quemaduras pueden ser de tercer grado, es decir, pueden ser severas, y en caso de que ocurran dentro de ambientes cerrados, pueden provocar hasta la muerte”, alertó la experta.

“Cuando hacemos comida de olla en los campings, hay que tratar de que los niños no estén jugando cerca ya que la comida caliente trasmite más el calor que si fuese solo agua caliente”, añadió.

La doctora también habló de los cuidados que hay que tener con el agua caliente, por ejemplo con algo tan común como el mate y el termo, así como las jarras térmicas.

Cuando se calienta agua, señaló, es preferible utilizar las hornallas que están ubicadas más atrás y tener mucho cuidado con los termos, evitar dejarlos en el piso o en una mesa baja, ya que los niños pueden golpearla y quemarse.

“Las quemaduras que parecen pequeñas, pueden ser profundas o llegar a necesitar cirugía, lo que deja secuelas en el órgano más extenso que tenemos que es la piel. Las cicatrices normalmente no pueden borrar se y quedan como un signo, como un estigma, para toda nuestra vida”, resaltó.

La doctora agregó que es importante evitar cebar mate teniendo a los niños en los brazos, en la falda o a la altura de uno, al hacerlo, puede caer un chorro del agua caliente y quemar al infante.

En cuanto a los fuegos artificiales, exhortó a que ningún niño los maniobre. Son pólvora y producen dos tipos de lesiones: “Una que es la quemadura y otras son aquellas lastimaduras que pueden ser en las manos o la cara, produciendo lesiones que pueden ser irreversibles en esas áreas”, detalló.

Qué hacer ante una quemadura.

La profesional sostuvo que cuando un niño se quema, la primera medida es colocar la parte afectada bajo el agua de la canilla, durante unos 15 a 20 minutos.

“No tiene que ser ni con hielo ni con un paño frío. Lo que logra esta acción es disminuir la temperatura, por lo tanto, la profundidad de la quemadura”, explicó.

Siempre es conveniente tener algún ungüento o apósito para quemaduras, siempre y cuando se coloque con calma.

“Hay que tener en cuenta que una vez producida la quemadura, debemos tratar de concurrir a un centro hospitalario o una policlínica de zona de barrio lo más próxima posible”, recomendó.

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