En la rutina de cuidado facial, la higiene ocupa un lugar clave para mantener una piel saludable y radiante. Lavarse el rostro es una práctica diaria imprescindible, pero ¿estamos haciéndolo de la manera correcta?

La limpieza deficiente puede convertirse en una barrera para la absorción de otros productos, como los hidratantes y tratamientos específicos.

La técnica de la doble limpieza, que se originó en Corea del Sur, ofrece una solución profunda y eficaz, y ha ganado popularidad. Este método, que se basa en lavarse el rostro dos veces usando productos de diferente base, promete una limpieza integral de la piel, y aquí te contamos por qué se ha convertido en una tendencia imprescindible.

¿En qué consiste? La doble limpieza implica el uso de dos productos distintos: uno de base oleosa y otro de base acuosa. Este sistema permite eliminar con mayor efectividad la acumulación diaria de residuos, células muertas, maquillaje y protector solar que una sola limpieza no alcanza a retirar completamente.

• Primer paso: limpiador de base oleosa. Este paso inicial está diseñado para retirar maquillaje, protector solar y exceso de sebo.

Los limpiadores de base oleosa (aceites, bálsamos o leches de limpieza) penetran los poros y eliminan las impurezas solubles en aceite. También se puede utilizar agua micelar oleosa para esta etapa. Lo importante es elegir un producto que ofrezca una limpieza profunda de estos residuos. Se recomienda utilizar un disco desmaquillante de tela y reutilizable para mejorar el proceso.

• Segundo paso: limpiador de base acuos. Una vez eliminados los residuos oleosos, el segundo paso incluye el uso de un producto de base acuosa, como geles, espumas o jabones, que eliminan las impurezas solubles en agua, como células muertas, sudor y restos de polución.

Esta limpieza asegura una piel perfectamente preparada para absorber los productos que se aplicarán posteriormente.

La doble limpieza ayuda a eliminar tanto el maquillaje como diversas impurezas que obstruyen la piel, mejorando su textura y disminuyendo la aparición de puntos negros y granos.

Al incorporar suaves masajes en el proceso, se activa además la microcirculación cutánea, favoreciendo una apariencia más luminosa y saludable.

Foto: Eugenia Posente

Esta técnica es particularmente beneficiosa para personas con piel mixta o grasa, así como para quienes viven en zonas con altos niveles de contaminación o en entornos laborales que ensucian directamente la piel.

El momento ideal para realizarla es por la noche, especialmente si se ha usado maquillaje.

Realizarla una vez al día es suficiente, ya que ayuda a eliminar toda la suciedad acumulada durante la jornada, permitiendo que la piel respire adecuadamente durante el descanso nocturno.

Existen productos en el mercado uruguayo adecuados para realizar la doble limpieza, aunque aún son limitadas las opciones de limpiadores de base oleosa. Sin embargo, la oferta de productos de base acuosa es amplia y accesible.

Para quienes deseen asesoramiento personalizado, lo ideal es consultar a una cosmetóloga médica, quien podrá ayudar a diseñar una rutina con productos que se adapten a cada tipo de piel.

La doble limpieza no solo es sencilla y rápida de incorporar en la rutina diaria, sino que sus beneficios son significativos. Este método permite mantener una piel limpia, libre de impurezas y preparada para los pasos de hidratación y tratamiento.

La piel responde mejor a los cuidados cuando está completamente limpia, lo cual la convierte en un hábito recomendado para todos.