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Donar sangre: por qué también es bueno para el donante y qué hay saber antes de hacerlo

Cuando donamos sangre, no solo estamos salvando vidas, sino que también este procedimiento puede ser muy beneficioso para la salud en general, así como para nuestro bienestar emocional.

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Donación de sangre. Foto: Shutterstock.

Es probable que, en algún momento de nuestra vida hayamos tenido que enfrentarnos a la angustia que conlleva el buscar donantes de sangre para un ser querido, ya sea por un accidente o una enfermedad, por la que haya requerido de unidades para poder salvar su vida. Desde luego, la donación de sangre es un acto de altruismo y solidaridad; sin embargo, en el mundo no existe una cultura consolidada sobre este tema, a pesar de las constantes campañas de concientización que se realizan.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que al menos 2% de la población de cada país debería donar sangre para tener los centros bien abastecidos.

¿Por qué es importante la donación de sangre?

Es sumamente importante. Este valioso acto no solo permite salvar la vida de miles de personas que necesitan a diario este recurso, sino que también ser un donante de sangre trae una serie de beneficios para la salud, tales como la reducción de enfermedades cardiovasculares, la regulación de la presión arterial y una mejor oxigenación de todo el organismo.

De igual manera, si nuestros niveles de hierro son muy altos, la donación de sangre nos ayuda a disminuirlos. De acuerdo con un estudio publicado por el Journal of the National Cancer Institute, la flebotomía (proceso de extracción de sangre) es un método de reducción de hierro asociado con un menor riesgo de cáncer y mortalidad. Básicamente, ello se demostró tras una investigación de 4,5 años en individuos con la enfermedad arterial periférica, en donde los pacientes que donaron sangre con regularidad presentaron bajas probabilidades de desarrollar un proceso oncológico que los que no lo hicieron.

Asimismo, tiene un impacto importante en nuestro bienestar emocional, pues gracias a un informe de la Mental Health Foundation, este acto puede reducir los niveles de estrés, nos ayuda a liberarnos de los sentimientos negativos, así como nos proporciona un sentido de pertenencia, reduciendo el aislamiento. Ciertamente, las personas que donan lo hacen por ayudar al próximo, por lo que el altruismo y el voluntariado se ha relacionado con resultados positivos para la salud, ya que disminuye el riesgo de desarrollar depresión y también proporciona una mayor longevidad.

¿Qué aspectos debemos tomar en cuenta para la donación de sangre?

En efecto, muchas veces la falta o distorsión de la información pueden obstaculizar la donación de sangre, puesto que se empiezan a generar una serie de ideas erróneas o mitos en torno a ella, lo que influye significativamente en la actitud que tienen las personas con respecto a este acto.

Por esta razón, el doctor Eddy Manrique, jefe del Banco de Sangre de la Clínica Ricardo Palma refiere que, si deseamos realizar una donación voluntaria de sangre hay que considerar lo siguiente: tener 18 y 60 años, pesar más de 50 kilos, medir más de 1.50 metros, gozar de buena salud y presentar documento de identidad. Igualmente, considerar que no es necesario ir en ayunas, ya que se puede ingerir un desayuno ligero que no contenga grasas ni lácteos, mientras que, si vamos en la tarde, debemos dejar pasar 4 horas de haber almorzado. Además, la frecuencia de donación varia según el sexo, pues los hombres pueden donar cada 3 meses, a diferencia de las mujeres que es 4 meses.

Las dudas más frecuentes sobre la donación de sangre:

- Un paciente que tuvo COVID-19 puede donar sangre después de un mes de ser dado de alta siempre y cuando no tenga secuelas graves.

- No es necesario comer el doble después de una donación. Lo que sí es recomendable es beber más líquido, de preferencia agua, infusiones o jugos naturales.

- Después de la extracción de sangre, se recomienda no realizar ejercicios porque podría marearse, espere al día siguiente.

- Las personas que tienen tatuajes pueden donar después de un año siempre que estén aptas para ello.

- Si tomó antibióticos deje pasar una semana y no presentar ningún malestar para donar.

- Las personas con hepatitis B y C no pueden contribuir con esta causa. Las que tuvieron hepatitis A durante su infancia, sí.

- Si se sometió a una cirugía debe esperar 6 meses para donar sangre, pero si recibió una transfusión sanguínea debe esperar un año.

Milenka Duarte / El Comercio GDA

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