A pesar de que el acné es una afección de la piel bastante común entre la población, puede repercutir en la salud mental pues muchas veces tiene un efecto en la autoestima y la confianza de quien lo padece. Muchas personas pueden seguir luchando contra el acné en la edad adulta o inclusive desarrollarlo en esta etapa de la vida.
¿Qué es el acné adulto?
Es un trastorno de la piel que se produce cuando los poros se obstruyen y se inflaman, lo que genera la aparición de granos, espinillas y puntos negros en la cara (mejillas, boca y mandíbula), el cuello, el pecho y la espalda. Como destaca Carlos Sordo, dermatólogo de la Clínica Ricardo Palma, puede presentarse en personas mayores de 25 años o más, cuando los cambios hormonales y fisiológicos propios de la pubertad han concluido.
Según las investigaciones, del 8% al 10% de los adultos entre 25 y 34 años lo padecen, mientras que, el 3% al 5% suelen tener entre 25 y 44 años. Además, el 80% de las veces afecta a mujeres, indica el especialista.
¿Cuáles son las causas del acné adulto?
Aparece principalmente por factores genéticos que predisponen su desarrollo; no obstante, sus causas pueden variar, ya que a menudo están relacionadas con cambios hormonales, estrés, dietas poco saludables y el uso de ciertos productos para la piel. Por lo general, como refiere el dermatólogo, suele presentarse de grado leve a moderado.
En ocasiones pueden producirse manchas y cicatrices, motivo por el cual el médico recomienda un tratamiento dermatológico precoz para aliviar las molestias y minimizar las secuelas.
¿En qué consiste el tratamiento del acné adulto?
En primer lugar, Sordo destaca la importancia de investigar siempre la causa que lo origina y la gravedad de la afección para combatirlo de manera eficiente. En general, los tratamientos para el acné adulto son similares a los empleados para el acné juvenil, y pueden incluir productos para el cuidado de la piel, cambios en la dieta, medicamentos tópicos o por vía oral y procedimientos dermatológicos.
Los productos de cuidado de la dermis que contienen ácido salicílico, peróxido de benzoilo o retinoides pueden ser efectivos para tratar el acné adulto leve a moderado. De igual manera, los medicamentos tópicos, como la clindamicina, la eritromicina y el ácido azelaico también pueden ser útiles para el acné adulto inflamatorio.
Además, el tratamiento puede complementarse con procedimientos como la terapia láser, la microdermoabrasión y la extracción de comedones, que pueden ser efectivos para tratar el acné adulto resistente.
¿Cómo prevenir el acné adulto?
Al ser una enfermedad multifactorial y con una mayor predisposición genética, es más difícil su prevención. Sin embargo, hay algunos cambios en el estilo de vida y en los hábitos de cuidado de la piel que pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar esta afección:
- Limpiar la piel suavemente y evitar frotar o rascar las áreas afectadas.
- Evitar el uso de productos para la piel que contengan aceites o fragancias.
- Mantener una dieta saludable y equilibrada, con un consumo adecuado de frutas y verduras.
- Practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga para reducir los niveles de estrés.
- Evitar el uso excesivo de maquillaje y productos para el cuido.
(Por El Comercio GDA)