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Numerosos estudios demuestran los beneficios del uso del cannabis medicinal en humanos. El medicamento puede ayudar en condiciones como el dolor crónico, la epilepsia y los trastornos neuropsiquiátricos.

Sin embargo, estudios recientes ahora muestran que los fármacos, principalmente el cannabidiol (CBD), también pueden administrarse a mascotas para tratar el dolor crónico, cáncer, convulsiones, Alzheimer canino, y como tratamiento complementario en enfermedades como insuficiencia renal y lupus.

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Al igual que los humanos, todos los animales, incluidos vertebrados e invertebrados, tienen un sistema endocannabinoide, responsable de la homeostasis (la capacidad del organismo de mantener estabilidad interna a pesar de cambios externos).

Este sistema está compuesto por receptores cannabinoides (CB1 y CB2), endocannabinoides y enzimas que participan en la modulación de los procesos fisiológicos del cuerpo.

Los receptores CB1 están localizados principalmente en el sistema nervioso central y pueden influir en el apetito, el sueño, la liberación hormonal, la cognición y otros aspectos del organismo tanto en animales como en humanos. Por su parte, los receptores CB2 se encuentran en el sistema inmunológico, el sistema hematopoyético (que produce las células sanguíneas) y también en algunas partes del sistema nervioso central, regulando funciones relacionadas con estas estructuras.

El cannabis, con sus propiedades, tiene como objetivo regular y equilibrar estos sistemas cuando algo sale mal y se presentan condiciones médicas, actuando como un suplemento para un mejor funcionamiento general del sistema.

El dolor, por ejemplo, puede derivarse de otras condiciones médicas como el cáncer, la osteoartritis o situaciones postoperatorias. El cannabis tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas que ayudan a tratar estos dolores, especialmente los neuropáticos (dolor crónico causado por el daño a los nervios sensoriales del sistema nervioso central).

“La ruta del dolor en el cuerpo humano es conocida. Los medicamentos anestésicos bloquean los receptores del dolor hasta llegar al cerebro. Con los animales es lo mismo, y el cannabidiol sigue exactamente el mismo camino”, explica Mercante.

Los fitocannabinoides y otros componentes de la cannabis pueden ayudar a tratar estos síntomas debido a sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Además, el CBD puede reducir la proliferación de células cancerígenas, retrasando el crecimiento de tumores.

“El CBD es un excelente aliado durante el tratamiento oncológico, ya que sus efectos antiinflamatorios, antieméticos y ansiolíticos actúan directamente sobre los principales efectos secundarios de la radioterapia y la quimioterapia. Además, contribuye a fortalecer el sistema inmunológico, uno de los más afectados durante el tratamiento”, afirma la veterinaria Claudia Borges dos Santos Leal.

El veterinario Fabio Mercante advierte que deben tomarse algunas precauciones. Según el especialista, siempre es necesario consultar a un experto para determinar la dosis adecuada para el animal.

“El sistema endocannabinoide es como una huella dactilar. Es un tratamiento que debe supervisarse de cerca, ya que una dosis excesiva puede ser peligrosa, mientras que una dosis baja podría no tener ningún efecto. En los primeros días, es importante que el dueño informe cómo se siente el animal, si está somnoliento o agitado, por ejemplo. El aceite de cannabis con alto contenido de tetrahidrocannabinol (THC) funciona para el dolor, el cáncer y la epilepsia, pero puede dejar al animal “drogado”, con cambios de comportamiento. Por otro lado, los aceites ricos en CBD o mixtos (CBD con THC) son más seguros”, explica.