Daniela Ortiz/El Tiempo GDA
El color del semen puede ser un indicador de la salud del sistema reproductivo y de otros aspectos del cuerpo. En condiciones normales, el semen es de color blanco o grisáceo.
Sin embargo, si presenta cambios notables en su tonalidad, como el color amarillo, verde, rojo o marrón, esto podría alertar sobre posibles problemas de salud.
El color amarillo puede estar relacionado con una infección o la presencia de orina, mientras que el verde podría indicar una infección de transmisión sexual, como gonorrea. El semen rojizo o marrón puede ser señal de sangre en el semen, lo que se conoce como hematospermia, que puede ser provocado por infecciones, inflamaciones o lesiones en los conductos reproductivos.
Esto es importante porque la fertilidad en hombres responde, sobre todo, a la calidad seminal. La especialista en reproducción asistida, Rut Gómez de Segura, explica en TopDoctors que la calidad seminal aporta la mitad de la carga genética embrionaria.
"Sobre todo, la influencia de la calidad seminal en el desarrollo embrionario puede apreciarse en estados clave como la fecundación o el blastocisto. Es decir, una baja calidad seminal nos da una baja tasa de fecundación o una baja llegada a blastocisto", señala.
De ahí que es sumamente importante que si además de los cambios en el color del semen, se presentan otros síntomas como dolor al eyacular, dolor en los testículos, fiebre, inflamación en el área genital o dificultad para orinar, es importante acudir a un especialista. Estos síntomas podrían indicar la presencia de infecciones, problemas en la próstata o enfermedades más graves.
Un médico profesional podrá realizar las pruebas necesarias para diagnosticar la causa del problema y recomendar el tratamiento más adecuado. No se debe ignorar ningún cambio persistente en el color o la consistencia del semen, ya que podría ser una señal de un problema de salud subyacente.