Redacción El País
Algunas transformaciones corporales asociadas al embarazo son bien conocidas: el crecimiento del vientre, los cambios hormonales que afectan el estado emocional y la mayor flexibilidad en las articulaciones para prepararse para el parto. Sin embargo, hay un cambio menos discutido, pero igualmente frecuente: los pies de las mujeres también pueden experimentar alteraciones permanentes. Según estudios recientes, estos cambios en los pies no solo son comunes, sino que a menudo persisten mucho después del parto.

Entre los cambios que las mujeres embarazadas pueden experimentar están el aumento del talle del calzado, el colapso de los arcos plantares y un patrón de caminar alterado. Aunque estas transformaciones han sido ignoradas durante años, investigaciones actuales subrayan la importancia de tomarlas en serio.

• Aumento de tamaño: La relaxina, una hormona que aumenta la flexibilidad de los tejidos, y el peso adicional del embarazo hacen que los arcos plantares se aplanen y los pies se alarguen.
• Hinchazón: La retención de líquidos y la presión del útero sobre los vasos sanguíneos causan hinchazón en los pies y tobillos.
• Alteración de la marcha: El cambio en el centro de gravedad modifica la forma de caminar, aumentando la presión en la parte delantera del pie.
  

  Cómo evitar el pie plano, una condición que tiene mucho que ver con nuestros hábitos cotidianos

  

  Foto: Pexels.

Estos cambios traen varias consecuencias, entre ellas:

• Dolor: la fascitis plantar y los juanetes causan dolor e incomodidad.
• Alteración de la biomecánica: los cambios en la estructura del pie pueden afectar la postura y aumentar el riesgo de lesiones en otras articulaciones.
• Impacto en la calidad de vida: las mujeres pueden experimentar limitaciones en sus actividades diarias debido al dolor y la incomodidad.

Foto: Needpix.

• Calzado cómodo: Usar zapatos que brinden soporte al arco y permitan que los dedos se extiendan.
• Elevar las piernas: reducen la hinchazón.
• Medias de compresión: mejoran la circulación.
• Estiramientos y masajes: relajan los músculos y alivian la tensión.

En resumen, el embarazo puede tener un impacto duradero en la salud de los pies de las mujeres. Es importante que las mujeres embarazadas y los profesionales de la salud sean conscientes de estos cambios y tomen medidas para prevenir y tratar los problemas asociados.