Redacción El País
Aunque el limón y el chimichurri suelen ser los favoritos para acompañar la carne a la parrilla, los chefs han encontrado en la manteca un recurso inigualable para transformar cualquier corte. Su versatilidad y capacidad para realzar sabores la convierten en un ingrediente esencial en la parrilla moderna.
Al combinarla con hierbas y especias, como romero, ajo y perejil, la manteca se transforma en un aderezo que no solo aporta un sabor profundo, sino que también mejora la textura de la carne. Además, su alto contenido de grasa permite que los jugos de los cortes se mantengan, logrando un resultado final jugoso y tierno.
¿Por qué elegir manteca en la parrilla?
- Ablanda la carne: Al aplicarse durante la cocción, forma una capa que retiene la humedad, evitando que los cortes se resequen.
- Realza el sabor: Actúa como portadora de hierbas y especias, penetrando la carne para intensificar su gusto.
- Mejora la textura: Su capacidad para caramelizar crea una costra dorada que potencia tanto el sabor como la presentación.
Cómo usar la manteca en tus asados
- Prepará una manteca saborizada: Mezclá manteca derretida con ajo picado, hierbas frescas como tomillo o perejil, y una pizca de sal.
- Aplicá durante la cocción: Con un pincel, distribuila sobre la carne mientras se asa. Esto asegura que el sabor se integre mientras la carne se cocina.
- Dale el toque final: Una vez cocido el corte, añadí una pequeña porción de manteca sobre la carne caliente para potenciar el sabor.
La manteca no solo aporta sabor, sino que eleva la experiencia de la parrilla al combinar tradición y técnica culinaria. Incorporar este ingrediente a tus asados sorprenderá a tus invitados con una carne tierna, jugosa y llena de matices.
Con estos simples pasos, convertirás cualquier parrillada en una experiencia gastronómica inolvidable.