El Universal/GDA
La actividad física puede aumentar las endorfinas y otros neuroquímicos naturales que mejoran la sensación de bienestar. De acuerdo con Omar Almahayni y Lucy Hammond de la Universidad de Warwick, hacer ejercicio puede mejorar el estado de ánimo y ayudar a disipar la ira y el estrés del día.
Así que es recomendable salir a caminar, correr, jardinería, limpieza, bicicleta, nadar, levantar pesas, pasar la aspiradora o hacer cualquier otra cosa que lo mantenga activo.
Uno de los métodos que nos ayudan a reducir el estrés es el método Wim Hof, una técnica desarrollada por el deportista holandés de deportes extremos Wim Hof (también conocido como Iceman), que combina la terapia de frío con ejercicios de respiración y concentración.
Se dice que esta técnica aumenta el rendimiento deportivo. También se cree que gracias a esta práctica una persona puede estar más en contacto con su propio cuerpo, fortalecer el sistema inmunológico y reducir el estrés.
Las tres claves del método Wim Hof
- Frío
El frío ayuda con diferentes tipos de grasa corporal, tanto la acumulación de grasa magra como la pérdida de grasa no saludable.
- Respiración
Se trata de gestionar una respiración controlada y consciente, que aumente la oxigenación de la sangre para mejorar el rendimiento de nuestro organismo.
- Concentración
Este aspecto del método Wim Hof es la base de los otros dos, porque ayuda a controlar la respiración y soportar el frío que requiere paciencia, control y determinación.
La exposición al frío debe ser gradual, pero también se debe practicar a diario. Primero, se comienza con unos minutos de ducha fría. A medida que aumenta la tolerancia al frío, se puede al aire libre, incluso sumergir en un baño de hielo. Además, en invierno, se puede hacer caminatas al aire libre con solo ropa ligera para aclimatar el cuerpo.