La Nación / GDA
Las tisanas son furor en la búsqueda de una mejor calidad de vida y la cantidad de opciones que se plantean es casi infinita. Dependiendo del efecto que se busque, se podrá elegir una hierba u otra. En este caso, hablaremos de una que es considerada una verdadera joya por sus aportes a la salud, además de ser una bebida deliciosa.
A lo largo de la historia, el consumo de té fue una práctica habitual en diferentes culturas ya que esta bebida milenaria ofreció siempre beneficios que van desde la hidratación hasta la prevención de enfermedades. Los antioxidantes, vitaminas y minerales presentes en distintas variedades de té ayudan, entre otras cosas, a mejorar la salud cardiovascular, reducir el estrés, fortalecer las defensas y mejorar la concentración.
En este marco, el té de rosa mosqueta es uno de los más destacados. Proveniente del arbusto Rosa canina, la rosa mosqueta es una planta silvestre que crece principalmente en regiones templadas de Europa, Sudamérica y Asia. Sus cápsulas, conocidas como “escaramujos”, se cosechan, se secan y se muelen de manera natural y artesanal para conservar todas sus propiedades.
De acuerdo a la web especializada WebMD, entre sus principales componentes destaca su abundante contenido de antioxidantes, como la vitamina C y los flavonoides, que ayudan a combatir los radicales libres responsables del envejecimiento celular. En particular, la vitamina C es la encargada de estimular la producción de colágeno, una proteína fundamental para mantener la elasticidad y firmeza de la piel.
Pero los beneficios de esta infusión van más allá de la epidermis. Gracias a esta elevada concentración de vitamina C, el té de rosa mosqueta refuerza las defensas naturales del organismo. Además, según un estudio de la Universidad de Gumushane, su acción antioxidante también contribuye a reducir la inflamación y fortalecer las células inmunitarias, lo que resulta clave para prevenir enfermedades comunes como resfriados y gripes.
También, el té de rosa mosqueta favorece el sistema digestivo. Gracias a su contenido en fibra y ácidos orgánicos, esta infusión mejora el tránsito intestinal, alivia el estreñimiento y reduce la inflamación abdominal. Su acción antiinflamatoria optimiza la absorción de nutrientes, lo que beneficia la salud general del organismo.
Y por si fuera poco, el té de rosa mosqueta también es un aliado eficaz para aliviar el dolor articular, especialmente en personas que padecen artritis o reumatismo. Sus propiedades antiinflamatorias ayudan a reducir la incomodidad en las articulaciones. Además, esta infusión contribuye a la salud cardiovascular al regular los niveles de colesterol y mejorar la circulación sanguínea, lo que ayuda a mantener el corazón sano.
Cómo preparar el té de rosa mosqueta
Preparar el té de rosa mosqueta es un proceso sencillo que permite disfrutar al máximo de sus beneficios. Se recomienda hervir una cucharada de cápsulas secas de rosa mosqueta en una taza de agua durante aproximadamente cinco a siete minutos.
Esta bebida puede consumirse tanto caliente como fría y, si se desea, puede endulzarse con miel para realzar su sabor. Por otro lado, es ideal para beber en ayunas, después de las comidas o como una opción relajante antes de dormir.
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