Edwin Caicedo, El Tiempo/GDA
Los hongos son un grupo de seres vivos diferentes de las plantas y los animales, razón por la cual se clasifican en un reino aparte llamado fungi. Y la ciencia que los estudia se llama micología.
Tienen gran capacidad para adaptarse y, de acuerdo con el dermatólogo Campo Elías Páez, pueden desarrollarse sobre cualquier medio o superficie y se reproducen por medio de esporas, las cuales son diseminadas principalmente por el viento y el agua.
Según datos de la Fundación Global Action Fund for Fungal Infections (Gaf-fi), más de 300 millones de personas en el mundo son afectadas por infecciones graves causadas por hongos. Y –añade dicha organización– más de 1,3 millones de personas mueren al año por su causa; principalmente, enfermos de sida, cáncer, tuberculosis y asma.
Las micosis –así se llaman las infecciones por hongos–, según lo explica el dermatólogo Campo Elías Páez, varían mucho en sus manifestaciones, pero tienden a ser enfermedades subagudas o crónicas de curso recurrente. “Los hongos rara vez producen infecciones agudas, como las ocasionadas por muchos virus y bacterias”, asegura.
Además, la mayoría de las infecciones fúngicas, por lo general, aparecen luego de un contacto con un reservorio ambiental o a partir de la flora de hongos que viven en las misma persona.
Gladys Melgarejo, también dermatóloga, explica que dichas micosis pueden ser de tres tipos: profundas, que efectúan vísceras y órganos internos; subcutáneas, que pueden instalarse debajo de la piel, y superficiales, las cuales se quedan en la piel.
Los llamados dermatofitos y las levaduras son los hongos que más afectan la piel. “Se multiplican e invaden a partir de la queratina muerta que se desprende de las capas superficiales la piel, el cabello y las uñas, por eso tienden a crecer allí”, concluye Melgarejo.
Los síntomas y aparición de una infección fúngica en la piel dependen del tipo de hongo que la ha causado, así como de la parte del cuerpo afectada. Por ejemplo, las erupciones causadas por hongos a veces se confunden con otras condiciones de la piel, como la psoriasis y el eczema, señala Páez.
“Esto puede manifestarse como erupciones de diferentes tipos, enrojecimiento, descamación, comezón, agrietamiento, dolor y sobreinfección”, añade. En otros dejan una apariencia fina similar a la piel seca.
¿Cómo tratar infecciones por hongos?
Es preciso cambiar de hábitos. En este caso es aconsejable que la persona se asegure de secar bien el área afectada después del lavado, especialmente en los pliegues de la piel.
Por lo general, se necesita un tratamiento antimicótico directamente sobre la zona afectada de la piel. Estos son conocidos como tratamientos tópicos. Existen gran variedad de cremas, lociones, pinturas, champús y polvos medicamentosos. Muchos de ellos están disponibles en la farmacia sin receta médica. También hay antimicóticos orales, de acuerdo con la severidad y el tipo de infección.