Fernanda Ortiz/El Universal
El cuidado del cabello es todo un tema. Nadie se vuelve experta de la noche a la mañana, pero bien podemos identificar ciertos hábitos que impiden que crezca sano, por ejemplo, poner acondicionador en la raíces, enrollarlo con una toalla o no secarlo antes de ir a la cama.

Por más simple que parezca, la manera en que desenredamos nuestro pelo influye en su apariencia, en la densidad y en su fuerza.

Desenredar el cabello tiene muchos beneficios más allá de lo estético. Dicho proceso activa la circulación en el cuero cabelludo, lo que hace que crezca fuerte.

Además, nos ayuda a sacarle un brillo natural. Dependiendo del cepillo que utilices podrás moldear tu melena para hacerla lucir más pulida, radiante y sana. Si a eso le sumas un buen peinado, lucirá como de revista.

Otro beneficio de cepillar es deshacernos de los molestos “nudos”, los cuales se forman durante el proceso de lavado con el shampoo y que el acondicionador no siempre logra prevenir.

Los nudos también aparecen por la falta de hidratación, que hace que la cutícula se seque y se abra. Tirar de estos no solo resulta doloroso, sino que provoca la caída de las hebras.

Por último, el cepillado del pelo es importante para remover las células muertas que se acumulan en el cuero cabelludo y los mechones maltratados. Así nos aseguraremos de tener una melena “con vida”.

Hasta este punto nos queda claro que cepillarnos tiene muchas ventajas, pero ¿cuál es el mejor momento para hacerlo? Algunas personas prefieren desenredar su pelo cuando se encuentra mojado, pero esto es un terrible error.

El cabello mojado es más frágil que el cabello seco. Pasarnos un cepillo cuando se encuentra empapado, provocará que se quiebre fácilmente y, por lo tanto, se caiga rápido.

Para evitarnos el anterior problema, los expertos recomiendan aplicar acondicionador después del shampoo y utilizar un peine de dientes anchos, el cual nos permitirá combatir los nudos sin agresividad.

Cuando el cabello se haya secado un 80%, entonces podemos utilizar un cepillo, que se distingue por sus púas rígidas, densas y que terminan en punta de goma. También apóyate de cremas y sprays para desenredar.

Recuerda que los cabellos rizados son los únicos que pueden cepillarse cuando están mojados, pues su estructura lo permite. Si tienes este tipo de melena y practicas el método “curly“, entonces no tendrás problemas.