El Comercio / GDA
Desde hace más de 150 años, la esclerosis múltiple (EM) viene desafiando al campo de la salud, ya que hasta el momento es una enfermedadque no tiene cura; sin embargo, gracias a los diversos avances, se ha logrado una importante evolución en cuanto al diagnóstico y los diversos tratamientos que ayudan a controlar o mitigar su progreso.
“Esta es una enfermedad crónica que afecta a 2,3 millones de personas en todo el mundo, si bien todavía no hay una cura, quiero enfatizar la importancia de recibir un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, puesto que la detección precoz puede ayudar a prevenir el deterioro de la salud y mejorar la calidad de vida de los pacientes”, destaca Oswaldo Cachay, médico del área de neurología de la Clínica Internacional.
¿Qué es la esclerosis múltiple?
Es un trastorno en el cual, el sistema inmunitario ataca la cubierta protectora de las células nerviosas del cerebro, el nervio óptico y la médula espinal, ocasionando graves problemas de comunicación entre el cerebro y el resto del organismo. Como refiere Cachay, a medida que pasa el tiempo, el paciente sufre un deterioro o daño permanente de las fibras nerviosas.
Por consiguiente, los síntomas de la esclerosis múltiple pueden variar de una persona a otra, pues depende de la ubicación y la gravedad del daño a la fibra nerviosa en el sistema nervioso central. Por ejemplo, algunas personas pueden presentar dificultad para caminar, mientras que, otras pueden estar largos períodos de remisión sin tener nuevos síntomas. No obstante, los signos más comunes que evidencian la presencia de este padecimiento son: debilidad muscular, problemas de visión, dificultad para hablar, debilidad, disfunción urinaria, fatiga y trastornos emocionales, precisa el neurólogo.
¿Cuál es la importancia de la terapia de lenguaje en pacientes con esclerosis múltiple?
Desde luego, esta es una patología que supone una serie de desafíos tanto físicos como cognitivos para los pacientes, motivo por el cual, suelen presentar problemas de deglución; sin embargo, para combatir este tipo de complicaciones, según el Mg. Christiam Megue, directos de VitaNova, Centro de Terapia Integral de Rehabilitación Neurológica, lo más apropiado para estas personas es seguir una terapia del lenguaje, la cual cuente con un enfoque integral y personalizado.
“Aunque la deglución puede parecer un proceso bastante simple y automático, puede volverse difícil y peligroso para los individuos con esclerosis múltiple. Básicamente, esto se debe a la debilidad de los músculos responsables de la deglución y la disfunción en los nervios que controlan el proceso, provocando disfagia, es decir, estas personas presentan una mayor dificultad para tragar alimentos y líquidos de forma segura y eficiente. En efecto, si esto no se aborda adecuadamente, puede ocasionar problemas, como la aspiración y aumentar significativamente el riesgo de infecciones pulmonares, así como otras posibles complicaciones”.
¿Cuáles son los beneficios de la terapia de lenguaje en pacientes con esclerosis múltiple?
En primer lugar, la terapia del lenguaje es una herramienta crucial para maximizar la independencia de los pacientes, ya que a través de ella se les brinda una mayor esperanza y empoderamiento. Asimismo, ofrece una variedad de métodos y ejercicios diseñados para fortalecer los músculos involucrados en la deglución, mejora la coordinación y promueve una alimentación más segura. Además, se les proporciona diversas estrategias centradas en las necesidades individuales de cada persona, así como pautas dietéticas, educación sobre la postura e higiene de la alimentación para minimizar los riesgos y mejorar la nutrición de los pacientes, explica Megue.
“Cabe señalar que, no únicamente este tipo de terapia se enfoca en abordar problemas de deglución, sino que también ayuda a mejorar la comunicación y el habla, lo que le proporciona al individuo una mayor independencia. Sin duda, considero que es fundamental concientizar a la población sobre este tipo de complicaciones que se asocian con la esclerosis múltiple, con la finalidad de que los pacientes pueden recibir el mejor tratamiento posible y que verdaderamente la terapia pueda ajustarse a sus propias necesidades”.
¿Qué hábitos mejoran la calidad de vida del paciente con esclerosis múltiple?
Ciertamente, la esclerosis múltiple es un padecimiento que causa un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes, pues al ser una enfermedad progresiva y crónica, puede llegar a generar un gran deterioro en los mismos. No obstante, a parte de considerarse una serie de tratamientos y terapias para mejorar la condición de las personas, el neurólogo de la Clínica Internacional recomienda adoptar algunos hábitos que los ayudarán a mejorar su salud.
Ejercicio físico: Existe evidencia científica sobre la importancia de realizar ejercicios aeróbicos de intensidad moderada, ya que mejoran la capacidad cardiovascular, el estado de ánimo y la cognición. Por ello, se recomienda entre 10 a 40 minutos al menos 2 veces a la semana.
Dieta: La alimentación es un pilar clave para abordar esta enfermedad, razón por la cual, los pacientes deben consumir alimentos con alto contenido en vitamina D, como pescado azul y huevos, evitar grasas saturadas y azúcares de absorción rápida, entre otros.
Fatiga: Para contrarrestarla es importante tener un buen descanso nocturno, así como un óptimo estado anímico y físico para minimizar el impacto de la fatiga. Tanto el sedentarismo como el sobreesfuerzo pueden acrecentarla, por lo que se recomienda alternar períodos de actividad física e intelectual, con descansos programados.
Sueño: Esta patología puede originar problemas anímicos, rigidez en extremidades, calambres en las piernas, problemas urinarios, entre otros. Desde luego, esto puede repercutir en la calidad de sueño, motivo por el que debe indagarse en los factores causantes y tratar de corregirlos.
No fumar: Se ha demostrado que, el tabaquismo puede complicar la evolución de la enfermedad, además, contribuye al desarrollo de numerosas afecciones que en combinación con la EM empeoran la calidad de vida y el pronóstico de las personas que la padecen.
Exposición solar: De acuerdo con las investigaciones, el sol puede tener un efecto positivo en pacientes con esta enfermedad, pues ayuda a aumentar sus niveles de vitamina D; sin embargo, es importante evitar el exceso de exposición a rayos UVA, puesto que puede ocasionar otros problemas importantes para la salud.