Leidy Rico/El Tiempo GDA
La actividad sexual es una parte importante del ser humano, puesto que diversos estudios señalan que puede fortalecer el sistema inmunológico, mejora la salud del corazón, protegiéndolo de ataques cardiacos, fortalece el suelo pélvico, alivia los dolores de cabeza y los síntomas de la menopausia, según la Asociación Americana de Jubilados.
En el caso de los hombres, la sexualidad puede evolucionar a lo largo de la vida, ya sea por los cambios físicos, hormonales y emocionales que pueden estar relacionados con la edad, el estilo de vida o las enfermedades que padecen.
Con respecto a los años, algunos especialistas han señalado que la vida sexual de los varones se puede dividir en cuatro etapas, las cuales inician desde los 15 años y culminan en la etapa de adulto mayor que se comienza a experimentar desde los 55 años.
Primera etapa: estímulos de los menores de 25 años
Los adolescentes y hombres menores de 25 años suelen experimentar una gran potencia sexual, lo cual puede producir erecciones involuntarias y poluciones nocturnas; en este periodo se presentan nuevas sensaciones de importancia, puesto que la vida sexual estará marcada por esos primeros pasos.
Los expertos señalan que “estos años son cruciales para los hombres, ya que responden instintivamente a los estímulos eróticos, siendo tan frecuente la bisexualidad como la eyaculación precoz, sobre todo en relaciones esporádicas”.
El psicólogo y sexólogo Víctor Cascales explica que uno de los motivos de la disfunción eréctil es que suele presentarse “por motivos psicológicos; en algunos casos la ansiedad genera una vasoconstricción, lo que provoca una disfunción eréctil psicógena e intermitente, dependiendo de la situación y de la pareja”.
Segunda etapa: madurez y satisfacción
En la adultez joven, de los 25 hasta 40 años, la sexualidad de masculina comienza a estabilizarse, la identidad sexual se define, adquieren más confianza en su desempeño sexual, el líbido sigue siendo alto, pero tienen una mayor moderación con respecto a la adolescencia.
La erecciones son más controladas, responden a una mayor necesidad de intimidad emocional y física, alcanzan equilibrio entre el deseo sexual y la experiencia, pero también surgen los problemas de salud como enfermedades de transmisión sexual, el mal uso de anticonceptivos y las adicciones.
Tercera etapa: disfunción eréctil
Entre los 40 y 55 años, algunos de los hombres entran a la llamada “crisis de los 40”, en la que aumenta el deseo sexual psicológico, pero el cuerpo no siempre responde ante los estímulos sexuales y tienden a sentirse inseguros en sus encuentros íntimos, pero aún son muy jóvenes para usar la viagra.
Cuarta etapa: sexo en la madurez
Cuando los varones superan los 55 años, la erección puede tardar en aparecer y se les dificulta llegar al orgasmo porque el pene necesita de una estimulación mucho más prolongada, pero esto no significa que dejen de tener una vida sexual activa.
El doctor Felipe Casanueva expresó al medio mencionado que “los niveles de testosterona se reducen muy poco, pero sí baja la producción de semen, espermatozoides y el deseo sexual”. Debido a esto, los sexólogos recomiendan tratamientos farmacológicos con el fin de recuperar la erección y mejorar el estado anímico.