La Nación/GDA
Diferentes estudios científicos establecen que hay algunos alimentos que favorecen la salud en caso de incorporarse a la dieta diaria. Tal es el caso del aceite de coco, que trae numerosos beneficios, sobre todo si es consumido como el primer alimento del día. Aunque muchos lo suelen usar para cocinar, la clave del consumo del aceite de coco está en tomar una cucharada al día, en ayunas.

Si bien esta sugerencia está enfocada en las bondades de este alimento, es imprescindible consultar al médico o realizar una visita al nutricionista antes de realizar hacer cambios significativos en la dieta, especialmente, si la persona que desea incorporar este o cualquier otro alimento tiene problemas digestivos o estomacales.

El aceite de coco, entre sus generalidades, permite regular el metabolismo, mejorar el sistema inmunitario y regular el colesterol, dado que es una excelente fuente de fibras, potasio, el fósforo, el magnesio y el hierro.

Además, el aceite de coco actúa como un buen protector del estómago y tiene efectos calmantes cuando la persona atraviesa una situación de estrés.

Por otro lado, lo que convierte al aceite de coco en un alimento para consumir a diario está relacionado con sus propiedades antioxidantes, por lo que se recomienda usarlo debido a que favorece el estado de la piel y el rostro.

Esta particularidad hace que sea un excelente aliado para combatir los daños causados por los radicales libres, al tiempo que el aceite de coco puede ayudar a retrasar el envejecimiento de la piel y previene daños solares. El aporte fundamental radica en que disminuye la pérdida de humedad en la piel y ayuda a mantenerla suave e hidratada. Incluso puede usarse a manera de crema para personas que son muy sensibles de la piel, combatiendo irritaciones, enrojecimientos e inflamaciones que salgan en ella.

El aceite de coco tiene capacidad exfoliante, es decir, que ayuda a eliminar suavemente también las células muertas de la piel. Asimismo, a sus propiedades antioxidantes se le suma otra cualidad: es rico en vitamina E.

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El aceite de coco es usado para la salud bucal debido a sus propiedades antibacterianas, ya que puede aliviar padecimientos como la gingivitis y la halitosis.

Se recomienda hacer buches con aceite de coco por la mañana después de haber hecho la limpieza bucal de siempre. Uno de los componentes que más ayudan en este aspecto es el ácido láurico, ya que es antimicrobiano. No obstante, conviene consultar al odontólogo para evitar riesgos y conocer los usos más convenientes y su frecuencia.

El aceite de coco es un excelente hidratante, debido a esto, muchos productos como shampoos lo incluyen en sus fórmulas. Naturalmente, el aceite de coco puede combatir la caída del cabello, y devolverle el brillo. Puede consumirse en alimento, o bien, usarlo directamente en el cuero cabelludo en forma de crema.

Pese a sus numerosos beneficios, el aceite de coco también cuenta con alto contenido en grasas, de acuerdo con la American Heart Association, incrementa los niveles de colesterol LDL, o “colesterol malo”, pues contiene un 82% de grasas saturadas. Es por ello que el consumo en exceso de aceite de coco no es recomendable para una buena salud cardiovascular.