El Tiempo/GDA
Cuadros alérgicos graves, asma y enfermedades autoinmunes son algunas de las posibles consecuencias de no cuidar el sistema inmunológico.
Como su nombre lo indica, su principal función es cuidar de la salud, al enfrentarse a factores externos que puedan poner en peligro al cuerpo humano. Pero, cuando no funciona bien, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el sistema inmunitario puede comenzar a atacar a las células sanas y a deteriorar su salud.
¿Y cómo podemos mantener el sistema inmunológico en buen estado? Tener un estilo de vida saludable -como lo es el buen dormir, el ejercicio y una alimentación óptima- es primordial, ¿pero hay productos o consejos más específicos que colaboren con un buen funcionamiento inmune?
Robert H. Shmerling -ex jefe clínico de la división de reumatología del Centro Médico Beth Israel Deaconess y miembro de la Facultad de Medicina de la reputada Universidad de Harvard-, de la mano de la institución de la que hace parte, da ciertas luces al respecto en un artículo de su autoría.
¿Existen productos o alimentos que, por sí solos, favorezcan el buen funcionamiento del sistema inmunológico?
Son muchos los productos que los anunciantes venden en EE. UU. y a nivel global como "estimuladores de la función inmunológica" o suplementos que "apoyan la salud inmunológica". El experto asegura que estos términos son vagos y confusos.
En su opinión, no hay alimentos o suplementos que por sí solos una persona deba evitar o consumir en demasía para mejorar su sistema inmune: “Es cierto que una deficiencia de nutrientes vitales puede provocar una función inmune deficiente. Pero eso no significa que una persona con niveles normales de nutrientes pueda esperar que los suplementos mejoren su sistema inmunológico”.
Al respecto de las limpiezas (conocidas como detox) y los tratamientos intravenosos a domicilio -comercializados como supuestos agentes que eliminan las sustancias nocivas que pueden ingresar al cuerpo a través del aire, el agua y los alimentos; y que pueden tener afectos dañinos- no están regulados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.
“De hecho, el descargo de responsabilidad estándar sobre las afirmaciones de los suplementos sobre propiedades de estimulación inmunológica dice: ‘Esta declaración no ha sido evaluada por la FDA. Este producto no está destinado a diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad’”, explica en su artículo H. Shmerling.
Consejos del experto de Harvard para cuidar el sistema inmunológico
Ahora bien, ¿qué hábitos o productos pueden favorecer el buen funcionamiento del sistema inmunitario? En principio, las vacunas, que lo entrenan para combatir un organismo infeccioso específico.
Además, el experto da las siguientes recomendaciones para mantener su sistema inmunológico en su máximo rendimiento: seguir una dieta cardiosaludable -como la dieta mediterránea-, hacer ejercicio regularmente, mantener un peso saludable, no fumar -ni vapear-, consumir bebidas alcohólicas con moderación, tener buenos hábitos de sueño y minimizar el estrés.
Finalmente, aconseja tener al día el carné de vacunación y contar con una revisión médica periódica. También, evitar infecciones por medio de una higiene correcta -principalmente de sus manos-, tener el menor contacto posible con personas que tengan una enfermedad contagiosa y usar tapabocas cuando sea recomendado.
¿Qué es y cómo afecta al sistema inmunológico la resistencia antimocrobiana?
El sistema inmunológico tiene la misión de impedir que las bacterias ingresen al cuerpo y generen daños. Precisamente, los medicamentos que tratan las infecciones bacterianas y ayudan a combatir sus efectos negativos sobre la salud son los antibióticos.
Uno de los fenómenos más preocupantes de los últimos años, que podría ser la fatal pandemia del futuro, es la resistencia antimocrobiana. La Organización Mundial de la Salud (OMS) describió esta problemática como "una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo".
Y es que en los últimos años, la aparición de bacterias multirresistentes -resistentes a estos fármacos- se ha convertido en la piedra en el zapato de la salud pública a nivel global, porque los medicamentos utilizados para tratar infecciones se vuelven cada vez menos efectivos.
El escenario no es nada alentador, de acuerdo con algunas previsiones: en el año 2050, las infecciones bacterianas serían la principal causa de mortalidad a nivel mundial y la cifra de fallecimientos por esta causa alcanzaría hasta los 10 millones de personas por año, superando en número a los accidentes de tráfico, el cáncer y la diabetes.
De acuerdo con la doctora María Virginia Villegas, médica internista y especialista en infectología, esta resistencia puede presentarse con mayor frecuencia en mayores de 60 años, en quienes el sistema inmunológico va disminuyendo, así como en pacientes con cáncer.
Por esto, es importante que quienes tienen una enfermedad de base no solo mantengan su sistema inmune en buen estado, sino que también adquieran un refuerzo inmunológico.
“Ciertas enfermedades (VIH, algunos cánceres y trastornos autoinmunes) o sus tratamientos pueden afectar el funcionamiento del sistema inmunológico. Por lo tanto, algunas personas pueden necesitar ayuda adicional de medicamentos y terapias, lo que realmente podría contar como un refuerzo inmunológico”, concluye el artículo consultado en la página oficial de la Universidad de Harvard.