The New York Times
Después de mirar la computadora portátil durante horas o navegar por las redes sociales desde el teléfono, es posible que sientas un fuerte dolor o que te invada la sensación de tener los ojos vidriosos.
Estas molestas y comunes sensaciones son signos de fatiga visual u ocular, un término que engloba síntomas como ojos secos o llorosos, visión borrosa temporal, enrojecimiento ocular y dolor de cabeza. El síndrome visual informático o la fatiga ocular digital también se incluyen en esta categoría. Pero la pantalla no es lo único que puede cansar los ojos.
Según Mika Moy, profesora de Optometría, actividades como la lectura, la escritura y las labores de coser o tejer también pueden cansar los ojos. A menudo, los estudiantes de primer año de Derecho, con montones de tareas de lectura, son quienes acuden a la consulta de Moy con fatiga ocular, según comentó.
Los síntomas pueden ser “muy, muy molestos, pero son temporales", afirma Avnish Deobhakta, oftalmólogo. Y añade que no hay que preocuparse porque la tensión ocular provoque daños oculares a largo plazo.
¿Por qué se produce la fatiga visual?
La fatiga visual puede deberse a varias causas. Por un lado, las personas parpadean menos cuando miran pantallas o leen con atención, dice Dave Patel, profesor de oftalmología de la Clínica Mayo. Parpadear mantiene los ojos lubricados y hacerlo con poca frecuencia los reseca, provocando visión borrosa, escozor o sensación de arenilla.
Según dijo, descansar de las actividades que causan tensión o utilizar gotas de lágrimas artificiales puede ayudar. Pero si tenés sequedad todos los días, te despertás con mucosidad en los ojos o notas que los síntomas no mejoran con el descanso, consulta a un oftalmólogo. Este puede comprobar si tenés sequedad ocular crónica, que puede requerir tratamiento con medicamentos recetados.
La tensión ocular también se produce cuando el músculo ciliar, que ayuda a enfocar el cristalino, se cansa, explicó Deobhakta. “Nunca cuestionaríamos que nuestros pies necesitan un descanso después de una carrera de maratón”, añadió. Cuando miramos algo fijamente durante mucho tiempo, dijo Deobhakta, “hemos decidido correr maratones con los ojos”.
Cuando el músculo ciliar se contrae, cambia de forma natural la forma del cristalino, dijo Patel. Pero a medida que envejecemos, el cristalino se endurece y no se dobla con tanta facilidad, lo que dificulta ver con claridad de cerca. Esta afección, la presbicia, es la razón por la que las personas de 40 años o más son más propensas a necesitar gafas de lectura, dijo, aunque es posible fatigar el músculo ciliar y experimentar fatiga visual a cualquier edad.
Los expertos dijeron que los ojos también pueden doler si usás lentes con una graduación incorrecta o si no las usas cuando se necesitan. “Sería como llevar el zapato equivocado y que el pie te haya crecido”, dijo Deobhakta. Así que si te sentís tenso cuando llevás lentes o lentes de contacto, o si ha pasado más de un año desde tu última revisión ocular, andá a tu oftalmólogo.
¿Qué puedo hacer al respecto?
- Hablar con un oftalmólogo si notas nuevos síntomas, dijeron los expertos. Un oftalmólogo puede identificar afecciones subyacentes o recomendar medicamentos y lentes graduados.
Si solo te preocupa la fatiga visual, los expertos ofrecen consejos para minimizarla por tu cuenta. - Seguir la regla 20-20-20. Si tenés pensado mirar fijamente una pantalla o leer un libro durante un rato, tmate un descanso cada 20 minutos mirando a algo que esté al menos a 6 metros de distancia. Hacelo durante 20 segundos o más.
- Lubricar los ojos. Si tenés los ojos secos, piensa en lágrimas artificiales de un solo uso que no contengan conservantes, porque pueden causar irritación, dijo Moy. Comprueba la etiqueta de ingredientes y lágrimas artificiales que lleven frases como “sin conservantes” en el envase.
- Parpadear. Pensar en parpadear puede parecer una tontería, dijo Moy, pero es una forma estupenda de evitar que los ojos se sequen y se sientan incómodos. Considera la posibilidad de colocar una nota con un recordatorio junto a la computadora o al libro que estés leyendo, dijeron los expertos.
- Usar compresas calientes. Los expertos dijeron que debes poner una toallita bajo el chorro de agua tibia y colocarla suavemente sobre los párpados durante unos 10 minutos una o dos veces al día. La compresa estimula las glándulas sebáceas, lo que evita que las lágrimas se evaporen con demasiada rapidez, dijo Patel. Pero los párpados son finos y sensibles, por lo que, para evitar quemaduras, hay que evitar presionar los ojos con la compresa, dijo Moy. Quedarse quieto con un paño sobre los ojos puede parecer mucho pedir cuando estás ocupado, dijo. Pero puedes aprovechar el tiempo para relajarte: “Respira hondo”, añadió Moy. “Tómate un pequeño día de spa”.
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