Flacidez, deshidratación e incremento en las arrugas: entender la piel de las mujeres en la perimenopausia

Por lo general, las mujeres entre los 45 y 55 años experimentamos una disminución en los niveles de estrógeno, lo que conlleva cambios en la piel, el cabello e incluso las uñas

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Mujer menopausia
Cómo transitar los "calores de la menopausia".
Foto: Freepik

Además de compartir conocimientos, me gusta apelar a mi experiencia y por eso quiero compartir contigo una charla que tuve con la doctora Lucía Ferraz, médica dermatóloga y especialista en estética, sobre la piel en esta etapa tan particular de las mujeres. Ella se encarga del cuidado de mi piel, desde mi rostro hasta mi cuerpo, y también de mi alma, ya que me escucha mucho, especialmente en estos últimos tiempos.

Como sabrás, los cambios hormonales y la piel están estrechamente relacionados. De hecho, existen hormonas que actúan directamente sobre ella ya que poseen receptores en los folículos pilosebáceos, lo que explica su influencia directa.

Es importante comprender que la menopausia es un evento puntual que ocurre cuando hemos atravesado 12 períodos menstruales continuos sin sangrado. Sin embargo, la perimenopausia, el período que abarca antes y después de este evento puede extenderse años.

Por lo general, las mujeres entre los 45 y 55 años experimentamos una disminución en los niveles de estrógeno, lo que conlleva cambios en la piel, el cabello e incluso las uñas. Además, se producen modificaciones en el ámbito interno, como alteraciones cardiovasculares y cambios en la distribución del tejido graso corporal.

Cambios visibles

A nivel de la piel se pueden observar varios cambios como una mayor flacidez, deshidratación e incremento en las arrugas, que antes quizás no eran tan evidentes. Cuando hablamos de calidad de la piel nos referimos a tenerla luminosa, hidratada y firme.

Estos aspectos tienden a disminuir durante la premenopausia debido a la carencia de estrógenos, lo que implica una progresiva disminución de estas hormonas en la piel.

Lo primero es consultar con un profesional. En esta consulta se identificarán tus necesidades específicas y se planificará el tratamiento correspondiente. Aunque tu rutina de skincare anterior pudiera haber sido efectiva es momento de adaptarla a las nuevas necesidades de tu piel.

Es importante realizar un trabajo interno de autoaceptación. Todas transitaremos por esta etapa en algún momento y, más allá de las opciones disponibles, ninguna será suficiente si no trabajamos en aceptar la fase de vida en la que nos encontramos.

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Rutina

Para comenzar, es esencial utilizar un limpiador en la mañana y por la noche. Este debe ser adecuado para tu tipo de piel y enriquecido con hidratantes, considerando la deshidratación que experimenta la piel en esta etapa. Luego, continuá con un hidratante en el formato que prefieras (ya sea suero o crema) con ácido hialurónico o sin él. Esto dependerá de tu elección pero es crucial que esté presente.

Por último, no olvides el protector solar. Este es fundamental para prevenir el envejecimiento prematuro, la deshidratación de la piel y el cáncer de piel. Si tuviéramos que elegir un solo producto antiage por excelencia sería la pantalla solar porque de nada sirve cuidar la piel si olvidamos este paso crucial de protección. Es importante que sea de amplio espectro, es decir, que proteja contra rayos UVA y UVB.

Ferraz recomienda agregar algún tipo de retinoico (Retinol, Retinal, etc) a la rutina de noche de manera alternada. Estos ayudan a incentivar la producción de colágeno. También aconseja alternar algún ácido que como el glicólico o el lactobiónico (para las más sensibles). Siempre sumarlo en la rutina de noche y nunca el mismo día en que apliquemos el retinoico. Estos ácidos exfolian químicamente la piel librándola de células muertas y ayudando a la producción de otras nuevas.

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Mujer observando su piel.
Foto: Freepik.

Suplementos

Se recomienda el consumo de nutrientes como colágeno, ácido hialurónico y antioxidantes, tanto en forma tópica como oral. Esto se debe a que el organismo también experimenta estrés oxidativo en esta etapa de la vida. Adherirse al tratamiento con antioxidantes por vía oral puede resultar más complicado, ya que los resultados no son tan visibles como con otros suplementos nutricionales. Sin embargo, es fundamental comprender la importancia de ralentizar el envejecimiento celular.

Los tratamientos tópicos se complementan con los suplementos. Estos últimos son una excelente estrategia para incentivar a nuestro organismo desde adentro para producir más colágenos y acelerar la renovación celular.

Well-age

En vez de hablar de anti-age, me parece más adecuado referirnos al well-age.

Este concepto se trata de un nuevo enfoque que implica envejecer de manera saludable. Involucra herramientas y tratamientos diseñados para mejorar la calidad de la piel y reducir el impacto de la perimenopausia.

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