El Tiempo/GDA
Frotarse los ojos con los dedos o las manos es una práctica que se ha vuelto común entre personas con sueño, picazón o ardor. De hecho, el acto es tan automático que ya resulta cliché la imagen de un dibujo animado restregando sus ojos justo antes de demostrar sorpresa o incredulidad. Sin embargo, hay personas que suelen abogar en contra de esta práctica y que argumentan que es malo, que la persona se puede lastimaro, incluso, quedar ciego. ¿Es esto cierto?
Según los expertos en salud del Centro Oftalmológico y Clínica Barraquer de Bogotá, frotarse los ojos con fuerza excesiva sí trae consecuencias negativas para el buen funcionamiento de estos órganos.
La consecuencia más alarmante es facilitar el desarrollo del queratocono, una patología que causa adelgazamiento y deformidad de la córnea y puede afectar seriamente la visión de los pacientes afectados. Esta enfermedad suele ser genética, pero el frote constante de los ojos le da pie a su rápido aumento y desarrollo.
Por otro lado, demasiada fricción puede causar lesiones de córnea, el crecimiento de un eventual glaucoma o el desprendimiento de retina para quienes sufren miopías magnas o enfermedades retinianas. Además, según la clínica Vithas Eurocanarias, restregarse los ojos después de una cirugía puede arruinar por completo los resultados.
Por si fuera poco, los estudios de Barraquer sugieren que el contacto directo con las manos expone a los ojos a virus y bacterias que causan enfermedades como conjuntivitis o blefaritis, y que el roce excesivo facilita la aparición de bolsas y ojeras, por el debilitamiento de la piel de los párpados.
¿Cómo evitar frotarse los ojos?
Es importante entender que muchas veces esta práctica es inconsciente, así que proponer simplemente no hacerlo más puede ser una tarea ilógica. Es por eso que, en el artículo de la Clínica Barraquer, el oftalmólogo José Lamarca propuso los siguientes consejos:
Parpadear más seguido: aunque también se trata de un acto inconsciente, obligarse a parpadear más seguido puede ayudar a mantener sus ojos hidratados a toda hora y evitar el ‘ojo seco’ que produce la alta exposición a pantallas, y que es uno de los principales motivos por el que las personas se frotan.
Usar hidratantes externos: el suero fisiológico o las lágrimas artificiales sin conservantes pueden ayudar a las personas a quienes se les sequen los ojos con más facilidad, y así evitar la picazón.
Acuda al oftalmólogo siempre que sienta un picor inusual: puede tratarse de una alergia o una infección. Entre más tiempo espere, más ansias tendrá por restregarse, lo que puede agravar la situación.