Redacción El País
Fresca, cremosa y cargada de beneficios para la salud, esta receta de gelatina de avena, chocolate y nuez es ideal para quienes buscan un postre liviano, sabroso y funcional. No solo es fácil de preparar, sino que también aporta nutrientes clave que ayudan a mantener el colesterol bajo control, favorecen la digestión y prolongan la sensación de saciedad.
Lo que hace especial a esta receta es la sinergia entre sus ingredientes: la avena, rica en fibra soluble y antioxidantes; las nueces, con sus grasas buenas y minerales; y el chocolate, que además de sabor, suma compuestos que cuidan el corazón. Todo eso se combina en una textura suave que se disfruta tanto como postre como snack nutritivo para cualquier hora del día.
Ingredientes (rinde 10 porciones de unas 370 kcal cada una)
- 1 lata de leche condensada (375 g)
- 2 tazas de leche evaporada
- ½ taza de nuez
- ½ taza de avena
- 7 sobres de gelatina sin sabor (7 g c/u) hidratados en ½ taza de agua y disueltos a baño María
- 1 lata de media crema
- ½ taza de chocolate en polvo
- 1 taza de agua
- 1 bolsa chica de leche condensada (209 g)
- 4 higos frescos cortados a la mitad
- 4 hojas de menta fresca
Paso a paso
- Licuá la leche condensada (de lata), la leche evaporada, las nueces, la avena y cuatro sobres de gelatina ya disuelta.
- Verté esa mezcla en un molde de gelatina previamente aceitado y llevá a la heladera hasta que cuaje un poco.
- Aparte, licuá la media crema, el chocolate en polvo, el agua, la leche condensada (de bolsita) y los tres sobres de gelatina restantes.
- Volcá con cuidado esta mezcla sobre la primera capa ya cuajada. Llevá nuevamente a la heladera hasta que cuaje del todo.
- Desmoldá con cuidado y decorá con los higos cortados y las hojas de menta fresca antes de servir.
Propiedades de cada ingrediente
Avena: energía que dura
La avena es un alimento muy completo. Sus hidratos de carbono de absorción lenta ayudan a mantener estables los niveles de azúcar en sangre y a generar una sensación de saciedad prolongada. Además, sus betaglucanos reducen el colesterol malo (LDL) y favorecen la salud cardiovascular. También aporta avenantramidas, antioxidantes que protegen las arterias y mejoran la circulación.
Además, gracias a su contenido de fibra y vitaminas del grupo B, colabora en la regulación del sistema digestivo y fortalece el sistema nervioso.
Nueces: aliadas del cerebro y el corazón
Las nueces están llenas de grasas saludables, como los ácidos grasos Omega 3, que ayudan a reducir el colesterol total y a prevenir enfermedades cardiovasculares. También son una excelente fuente de proteínas vegetales, vitaminas del grupo B, vitamina E y minerales como potasio, magnesio, fósforo y zinc.
Su consumo regular puede mejorar la memoria, la concentración y la salud ósea, al tiempo que previene el envejecimiento prematuro gracias a su acción antioxidante.

Chocolate en polvo: un toque saludable de dulzura
El chocolate amargo o el cacao en polvo son ricos en flavonoides, antioxidantes que ayudan a disminuir la presión arterial y a mejorar el flujo sanguíneo. Elegí opciones sin azúcar agregada o con bajo contenido en azúcares para aprovechar sus beneficios sin excesos.
Higos: dulces, saciantes y llenos de fibra
Los higos frescos contienen un alto porcentaje de agua, hidratos de carbono naturales y fibra dietética, lo que los convierte en un alimento energético y saciante. También aportan minerales esenciales como calcio, magnesio y fósforo, junto a vitaminas A, C y del grupo B. Todo esto los hace ideales para acompañar postres saludables sin perder el toque dulce.
Un postre que suma sin restar
Preparar esta gelatina en casa es una forma práctica de sumar nutrientes sin dejar de disfrutar de un bocado dulce. Con ingredientes fáciles de conseguir y un proceso sencillo, esta receta puede transformarse en un clásico para quienes buscan alternativas saludables sin resignar sabor.
Además, es una excelente forma de incluir a chicos y grandes en la cocina, promoviendo hábitos alimentarios más conscientes desde lo cotidiano. ¿Te animás a probarla?