Guardia pediátrica: ¿cómo cuidar a los más pequeños de los virus respiratorios?

Alicia Fernández, nuestra pediatra de cabecera, plantea una serie de medidas básicas para mantener alejados de estos virus a los niños

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Niño con tos
Niño con tos.
Foto: Freepik.

En esta época del año, las enfermedades respiratorias agudas son —junto a la fiebre— un motivo muy frecuente de consulta, especialmente para los pediatras.

Como sucede anualmente, las enfermedades como los resfríos y las bronquiolitis, en pleno otoño afectan a los menores de 2 años y, sobre todo, a los menores de 6 meses.

En mayo se constató la circulación de VRS ( virus respiratorio sincicial ) y, al momento, no hay una vacuna aprobada. Los anticuerpos que administra el Fondo Nacional de Recursos a tales efectos, no son de uso universal y solo se emplean para situaciones especiales de lactantes con alto riesgo de morbimortalidad por esta enfermedad (prematuros extremos, bronco displasia pulmonar, cardiopatías congénitas). También circula Influenza, el virus de la gripe, y estamos en plena campaña de vacunación a partir de los 6 meses de vida.

Estas enfermedades se trasmiten por vía respiratoria, las gotitas que eliminamos con el estornudo, la tos y que contienen estos virus, facilitan su trasmisión.

Durante los años de pandemia, el uso de mascarillas —que está casi en desuso, excepto dentro de la mayoría de los centros asistenciales— fue un factor protector para evitar la circulación de estos virus.

En ese momento, además fuimos muy cuidadosos con la higiene de manos, la ventilación de ambientes, evitamos visitas innecesarias a recién nacidos o lactantes pequeños, no hacíamos reuniones sociales, ni concurríamos si estabamos con mocos o tos a lugares cerrados.

No se trata de generar una alarma, simplemente recomendamos que cuando tenemos recién nacidos, lactantes pequeños (sobre todo menores de 6 meses), seamos prudentes para protegerlos y no los pongamos en riesgo innecesariamente.

Debemos mantener siempre algunas medidas porque ayudan a prevenir infecciones respiratorias virales y a evitar otras enfermedades.

La correcta higiene de manos con agua y jabón, antes del contacto con neonatos o lactantes pequeños, antes de preparar alimentos, luego del cambio de pañales o la higiene de los mismos, también son comportamientos claves.

En el caso de las infecciones respiratorias, es importante cubrirse al toser o estornudar y, si tenemos alcohol en gel está bien utilizarlo, incluso cuando la tos o el estornudo se realicen sobre un pañuelo de papel desechable (que debe ser descartado en un lugar adecuado, de preferencia un recipiente cerrado con bolsa o una bolsa que posteriormente se descarte cerrada).

La ventilación de los ambientes es imprescindible, por lo menos una vez al día en casa (sacando a los bebes de esa habitación) y en los centros educativos (aprovechando los momentos de recreo y otras actividades que mantenga a los niños al aire libre o fuera del salón de clase). Además debemos realizar una correcta higiene de los juguetes de uso común.

En lo posible, evitemos llevar a los pequeños a fiestas infantiles sobre todo en entornos cerrados. Vale también evitar llevarlos a centros comerciales, donde hay alta circulación de personas. Consideremos que, además de los adultos, son los hermanos mayores quienes contagian a los recién nacidos y lactantes pequeños.

Entendemos la importancia que tiene la escolarización precoz y mantenida, sin embargo en estos meses de alta circulación viral, si tenemos niños menores de 4 años y podemos dejarlos al cuidado de alguien de confianza, evitemos enviarlos a los jardines o guarderías para protegerlos a ellos y, si los tienen, a sus hermanos más pequeños.

Recomendamos tener el certificado esquema de vacunación al día y, en el caso de los niños a partir de los seis meses, administrarles la vacuna antigripal. Si son menores de esa edad, dado que no pueden recibirla, sí deberían tenerlas cuidadores de su entorno cercano, padres, abuelos , hermanos o quien sea responsable de su cuidado fuera de la familia.

Las mamás embarazadas, más allá de las 28 semanas de gestación —y esto con cada embarazo— deben recibir la vacuna de la tos convulsa para proteger a su bebé, que recién a partir de los seis meses de vida quedará cubierto contra esta, que es una enfermedad provocada por una bacteria al recibir la tercera dosis de la vacuna pentavalente. En tanto, serán los anticuerpos trasmitidos por su madre los que lo cuidarán de contraer esta enfermedad.

Sin duda la alimentación a pecho directo por lo menos durante los primeros seis meses de vida, el ambiente libre de tabaco, el no contacto con personas que están cursando enfermedades respiratorias con o sin fiebre y las precauciones que hemos recomendando —incluido el uso de la mascarilla por parte de los adultos si estamos cursando un cuadro respiratorio—, son medidas que minimizan el impacto que tienen sobre los más pequeños los virus que ya comenzaron a circular.

Cuidarlos es responsabilidad de los adultos, no pueden hacerlo solos. Desarrollemos una conducta social y sanitaria imprescindible para el cuidado de los más pequeños.

Alicia Fernández

Alicia Fernández. Foto: El País

Médica pediatra. Especialista en cuidados intensivos de niños, jefe del servicio de pediatría y del CTI de la Asociación Española. Docente universitaria.

Podés seguir a nuestra pediatra de cabecera en Twitter como @AliFernandezUY

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