Hay un órgano que a menudo se extirpa, pero quedó demostrado que es clave en la lucha contra el cáncer

Un estudio de investigadores de la Universidad de Harvard resaltó la importancia del timo para mantener una buena salud inmunológica en la medida que las personas envejecemos.

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Glándula timo.
Glándula timo.
Foto: archivo

Por Edwin Caicedo, El Tiempo/GDA
Un reciente estudio demostró que un órgano es fundamental para mantener una buena salud inmunológica. Se trata de la glándula timo, un órgano de forma triangular ubicado en el tórax, detrás del esternón y entre ambos pulmones, en la zona conocida como mediastino. Está formado por dos lóbulos que, al tercer mes de gestación, ya están desarrollados. En la pubertad, el timo alcanza su mayor tamaño para luego comenzar a atrofiarse e involucionar, y a ser reemplazado por tejido adiposo.

Durante su vida activa el timo cumple un importante papel en el desarrollo del sistema linfático y, en consecuencia, del inmunológico, ya que en sus lóbulos se diferencian y maduran los linfocitos T (un tipo de glóbulo blanco) que circulan por el torrente sanguíneo.

“En este órgano es donde los linfocitos T se diferencian, incluso antes de la formación de los órganos linfáticos, y se sabe que durante el embarazo, hay migración de células linfoides (inmaduras) desde el hígado y médula ósea fetal al timo”, agrega el doctor Mariano Puga, hemato-oncólogo de la Clínica Alemana.

Una vez liberados, los linfocitos del timo -también conocidos como timocitos- comienzan a identificar las células propias del organismo y graban esa información en el ADN de cada persona. Luego, son depositados en el bazo, ganglios y amígdalas, entre otros.

De acuerdo con la Clínica Alemana, varias investigaciones han establecido que la función del timo también podría estar influenciada por hormonas, especialmente, derivadas del Sistema Nervioso Central y de glándulas endocrinas, como la tiroides y la glándula suprarrenal.

Asimismo, son varias las hormonas que estimulan al timo y, a su vez, éste produce hormonas tímicas que activan a esas glándulas, estableciendo así una función fisiológica bidireccional. “Por ejemplo, hay evidencia de que la glándula tímica podría tener un rol muy importante en la producción de hormonas sexuales, en la maduración de los órganos genitales y en el desarrollo de las células germinales en el feto y durante los primeros años de vida. La fisiología y función del timo parecen estar fuertemente ligadas a un control hormonal-neuro-endocrino”, asegura el doctor Puga.

Médicos haciendo una cirugía.
Médicos haciendo una cirugía.
Foto: Freepik.

Clave en la lucha contra el cáncer

Debido a que la glándula se atrofia, hay dudas entre expertos sobre la importancia del timo en la adultez. Es común que sea necesario extirparlo como tratamiento para determinadas enfermedades, como tumores cancerosos o benignos.

Sin embargo una reciente investigación hecha por expertos de la Universidad de Harvard encontró que el timo sería clave para mantener una buena salud inmunológica en la medida que las personas envejecemos, especialmente en la prevención de enfermedades como el cáncer.

El estudio, que analizó a 1.420 pacientes que se habían sometido a timectomía (extirpación del timo) y 6.021 pacientes de control, encontró que a los 5 años después de la cirugía de extirpación la mortalidad por todas las causas fue mayor en el grupo de timectomía que en el grupo control (8,1 % frente a 2,8 %), al igual que el riesgo de cáncer (7,4 % frente a 3,7 %).

Además, en un análisis que incluyó a todos los pacientes con más de 5 años de seguimiento la mortalidad por todas las causas fue mayor en el grupo de timectomía que en la población general de EE. UU. (9,0 % frente a 5,2 %), al igual que la mortalidad por cáncer (2,3 % frente a 1,5 %).

“En este estudio, la mortalidad por todas las causas y el riesgo de cáncer fueron mayores entre los pacientes que se habían sometido a timectomía que entre los controles. La timectomía también pareció estar asociada con un mayor riesgo de enfermedad autoinmune cuando se excluyó del análisis a los pacientes con infección preoperatoria, cáncer o enfermedad autoinmune”, concluyó el estudio publicado en The New England Journal of Medicine en colaboración con investigadores del Hospital General de Massachusetts.

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