O Globo - GDA
Investigadores del Imperial College London revelaron que las drogas psicodélicas como los hongos alucinógenos y el LSD aumentan la excitación y el rendimiento sexual en las personas durante varias semanas después de usar las sustancias.
Los científicos pidieron a casi 300 personas que completaran cuestionarios antes y después de una experiencia psicodélica. Se centraron en dos grupos: personas que consumieron psicodélicos por razones recreativas o de bienestar, y un pequeño grupo de un ensayo clínico que evaluó la psilocibina, el compuesto encontrado en hongos alucinógenos.
El análisis reveló que, en promedio, las personas informaron mejoras en diversas áreas de la función sexual hasta seis meses después de la experiencia psicodélica. Esto incluyó el placer sexual, la excitación sexual, la satisfacción con el sexo, la atracción por la pareja, la propia apariencia física, la comunicación y el sentido de conexión.
Sin embargo, las personas tratadas con un antidepresivo líder informaron principalmente reducciones en la función sexual.
"Creemos que este es el primer estudio científico que explora los efectos de los psicodélicos en el funcionamiento sexual. Nuestros hallazgos sugieren implicaciones potenciales para condiciones que afectan negativamente la salud sexual, incluyendo la depresión clínica y la ansiedad", afirma Tommaso Barba, autor principal del estudio.
Barba también destaca otros beneficios potenciales en el tratamiento de la depresión, donde compuestos psicodélicos como la psilocibina podrían potencialmente ayudar a evitar la disfunción sexual inducida por drogas, uno de los mayores efectos secundarios de los actuales antidepresivos.
Los autores mencionaron que, en general, ninguno de los estudios encontró un cambio significativo en la importancia percibida del sexo por parte de los participantes después de una experiencia psicodélica, lo que indica que las sustancias no provocan un enfoque excesivo en el sexo o una "hiperexcitación".
Advirtieron que, aunque sus hallazgos son alentadores, las personas con depresión no deben intentar automedicarse con sustancias psicodélicas.
"Aunque los hallazgos son realmente interesantes, aún estamos lejos de una aplicación clínica clara, porque los psicodélicos aún no han sido integrados al sistema médico. En el futuro, podríamos ver una aplicación clínica, pero se necesitan más investigaciones", afirma David Erritzoe, Director Clínico del Centro de Investigación Psicodélica.