Ayer, más de mil personas se encontraron en la Escuela Naval de Montevideo con el objetivo de establecer un nuevo récord oficial para el Guinness World Records, bajo el nombre oficial de Ice Challenge 2024.
Los participantes cumplieron con el reto y permanecieron sumergidos durante tres minutos en piscinas que estaban llenas de hielo.
Los fondos recaudados serán destinados al Centro Horizonte, una institución educativa dedicada a ayudar a personas con parálisis cerebral.
El Ice Challenge 2024 fue una iniciativa del empresario Alejandro Curcio, el corredor y director de la Clínica Montero Fernando Montero y el psicólogo Marcelo Aprile. Los compinches suelen hacer diferentes acciones solidarias, pero esta fue la apuesta más grande que hayan realizado hasta la fecha, tanto por la cantidad de personas como por el hecho de que la organización de los récords Guinness se hizo presente por primera vez en Uruguay para certificar el intento de alcanzar el número de participantes al que se apuntó.
Las piscinas instaladas tenían diferentes capacidades y se utilizaron más de 100 toneladas de hielo para mantener la temperatura del agua a 5°C, tarea en la que fue fundamental la participación del cuerpo de Bomberos.
Andrea Menache
Una de las varias personalidades que participaron en el Ice Challenge 2024 fue la comunicadora Andrea Menache, que ya tiene experiencia en esto de meterse en agua helada: "En casa —sobre todo los varones— son muy deportistas. Hacen surf, rugby, boxeo y tenis entre otras disciplinas. Debido a esto estamos familiarizados con todos los mecanismos que ayuden a la recuperación muscular y tratamientos para el dolor. ¡Siempre nos duele algo! En mi caso me interesa darle a mi organismo todas las herramientas para que funcione bien y disfrutar a pleno de una óptima condición física, no importa a qué edad. Para eso seguimos una alimentación sana y tratamos de descansar las horas suficientes para recuperar, aunque nunca son suficientes… Tengo 53 años y hace años atravesé la menopausia con todo lo que eso conlleva. Dentro de los síntomas que más me preocupaban era la inflamación, el insomnio y la subida del cortisol todas cosas que engendran a los males que tanto tratamos todos de evitar. Es así que me puse a investigar, hasta descubrir cómo la inmersión en agua fría podía ayudarme. Entre mucho titubeo —soy muy friolenta— fue recién este verano que probé e increíblemente para mi sorpresa me gustó.
Si bien soy muy amateur en el tema puedo afirmar que lo más notorio luego de la inmersión es la gran energía que se siente. Existe un trabajo de respiración que ayuda a la hora de ingresar al agua helada y también a entrar en cierto estado de meditación. Al principio cuesta pero al cabo de un par de minutos uno se aclimata y se relaja, por ahora mi récord es de unos 4 minutos.
Me sumé a esta iniciativa porque además de ser una seguidora de Alejandro Curcio y Fernando Montero me pareció una idea creativa para dar a conocer una actividad de la cual no se sabe mucho y tal vez varios se pueden beneficiar con sus propiedades terapéuticas. Y lo más importante es que al participar colaboro con el Centro Horizonte y eso cambia toda la historia del desafío.
Mi hija Juana y toda la familia de su novio también se sumaron y se meterion en el agua helada. Somos una barra grande de amigos que participamos y nos alentamos. ¡Aunque siempre hay alguno que dice que estamos totalmente locos!
El desafío no era para cualquiera: además de poder soportar el frío, había requisitos como por ejemplo tener al menos 18 años de edad y no sufrir de afecciones cardíacas, hipertensión no controlada, epilepsia, antecedentes de accidentes cerebrovasculares u otras condiciones de salud graves. Las mujeres embarazadas o que estuvieran en período de lactancia también debían abstenerse de participar.
No era necesario tener experiencia previa en inmersiones en hielo, ya que antes de meterse en el agua helada, los que se animaron fueron asesorados por varios expertos en esta actividad, todos ellos comandados por Eduardo “Garra” Méndez, quien ya tiene muchas inmersiones en agua gélida encima.
Además, todos realizaron una serie de ejercicios de respiración previos para preparar cuerpo y mente ante el shock de temperatura.
Los tres productores del evento se dirigieron al público antes de la inmersión, y cada uno de ellos recalcó por un lado el propósito solidario de Ice Challenge, pero también hicieron hincapié en los aspectos que la inmersión en agua helada tiene para el cuerpo y la mente.
Beneficios
Sumergirse en agua helada es una técnica que tradicionalmente ha sido utilizada por los deportistas para la recuperación muscular. Sin embargo, actualmente se reconoce su utilidad más allá del ámbito profesional debido a sus múltiples beneficios comprobados.
Además de fortalecer el sistema inmunológico y circulatorio, la inmersión en hielo ayuda a reducir los niveles de estrés y ansiedad, así como a superar los miedos. La atención se centra en el momento presente al entrar en contacto con el agua.
Quienes practican esta técnica reportan sentir una mayor energía vital y una mejora en la calidad del sueño. Además, el baño en hielo proporciona alivio para los músculos adoloridos, reduce la inflamación y la hinchazón, y algunos estudios sugieren que puede ser beneficioso para tratar la depresión.
Méndez, por ejemplo, comentó que esta actividad no solo le reporta beneficios fisiológicos, sino también mentales, porque ese golpe de temperatura baja en al cuerpo tiene repercusiones mentales que son directas: uno se desconecta completamente de todo lo externo, para centrarse exclusivamente en lo que le ocurre al físico. Como si se tratara de un acción de atención plena y extrema.
Luego de los tres minutos —que transcurrían en una pantalla de video gigante en un reloj— todas las personas que participaron hicieron algunos ejercicios adicionales para devolverle al cuerpo algo de calorcito antes de vestirse.
“Hicimos historia”, se leía en la pantalla gigante después de realizado el desafío, y aunque había mucha piel de gallina y tiriteo, la gran mayoría lucía una sonrisa de orgullo (y algo de alivio).