"Sé parte de una experiencia única”, dice el flyer que promociona el evento Ice Challenge 2024, que se hará el próximo 13 de abril, a las 15.00 en el Yacht Club de Montevideo. Además de “única”, podrían haber agregado “y helada”. Porque lo que el trío integrado por el empresario Alejandro Curcio, el acupunturista y corredor de autos Fernando Montero y el psicólogo Marcelo Aprile planifican, es convocar a 1.000 personas a sumergirse en agua que estará a cinco grados Celsius de temperatura.
Hipotermia controlada es el nombre científico de lo que ocurrirá en los cuerpos de quienes se sumerjan en una piscina en la fecha señalada, que deben ser mayores de 18 años, no tener afecciones cardíacas ni ser hipertensos.
El challenge tiene un doble propósito: por un lado ayudar con lo recaudado a la Escuela Horizonte (las entradas valen $ 1.010) y, por otro, batir un récord Guinness.
Montero explica: “Por lo general, siempre hacíamos acciones solidarias en actividades vinculadas al automovilismo, pero esta vez queríamos abrir un poco la cancha”.
¿Por qué justo inmersión en agua helada? Porque por entonces Aprile le había comentado a Montero que tenía en mente realizar una actividad así, por sus beneficios para la salud.
Montero le transmitió eso a Curcio y todo terminó de concretarse cuando los tres se enteraron de que más o menos por esa época, en Australia, estaban por batir este récord, con 508 personas participantes.
De acuerdo a lo que cuenta Montero, cuando Curcio se enteró del intento de ser incluidos en el famoso libro de los récords con más que 508 participantes, apuntó a un número no solo fuera superior, sino que lo duplicara. “Lo primero que le dije fue que sería, desde el punto de vista logístico, imposible. Implicaría un montón de piscinas, cien toneladas de hielo, mantener la temperatura a cinco grados...”.
Pero Curcio no se dejó disuadir. No solo siguieron adelante con el proyecto, sino que también concretarían —por primera vez— la llegada de jueces oficiales del libro que recopila los récords.
Como se trata de una acción solidaria, y como hay que llevar a 1.000 personas al Yacht Club, el trío empezó a convocar a distintas figuras públicas para que formen parte de este desafío. Hasta ahora, personalidades como Patricia Pitta, Andy Vila, Chris Namús, Alfonsina Maldonado, Juan Pedro Damiani, el “Fata” Delgado, Lucas Madrid y Gustavo Trelles han confirmado su presencia, y siguen agregándose nombres. “El Fata me dijo que va a tocar, pero que a meterse, que ‘ni loco’”, dice Montero y se ríe.
Seguridad
Aún cuando a menudo se cuela un tono jocoso en la charla, los productores de esta actividad tienen en cuenta todos los factores que hacen a la seguridad de quienes vayan a participar. No será llegar y meterse en una de las 100 piscinas que habrá en el Yacht Club con agua helada.
Antes de poder hacer la inmersión, el cuerpo tiene que prepararse. “Hay que tener en cuenta que todos nos meteremos al agua juntos, y que vamos a permanecer ahí durante tres minutos. Antes de eso, haremos un precalentamiento y ejercicios de respiración, para ir preparando el cuerpo para lo que será la experiencia. Además, habrá tres ambulancias apostadas en el lugar, por si llegara a ocurrir algo, y también un terapeuta por piscina”.
Sobre este punto, Marcelo Aprile, director de la clínica Equilibrium, amplía: “En mi labor profesional, trabajo habitualmente con la exposición al frío, que es una técnica de biohacking, como parte de un programa mayor de bienestar”, desarrolla.
Aprile se ha especializado en tratamiento de adicciones, y cuando se enteró de las conclusiones de un estudio de la Universidad de Stanford, sobre los beneficios de la exposición al frío, vio una puerta que se abría. “Exponerse a un frío como el que vamos a tener, eleva los niveles de dopamina a los mismos niveles que la cocaína”, comenta y agrega que ahí hay una conexión con su trabajo sobre adicciones.
Pero sumergirse en agua helada, por más extremo que pueda parecer, le genera bienestar a cualquiera, no solo es un método para ayudar a una persona adicta en recuperación. A eso se refería Aprile cuando mencionaba el concepto biohacking. “Es una herramienta para manejar aspectos no saludables de nuestras vidas, y en esa estamos todos: vos, yo, y los demás. El biohacking tiene que ver aprender a comer mejor, a descansar mejor, a estar menos estresados, y bajar la inflamación celular, el origen de todas las enfermedades orgánicas”, redondea el psicólogo.
Las entradas pueden comprarse por Redticketsa $ 1.010 individuales, pero habrá descuentos se compran en paquetes de varias. Quienes no se animen a la inmersión pueden adquirirlas solamente para colaborar.