Redacción El País
Un reciente estudio de la Facultad de Medicina Duke-NUS de Singapur ha revelado que una proteína antiinflamatoria podría tener un impacto significativo en la ralentización del envejecimiento y en la mejora de la salud general. La investigación, publicada en la prestigiosa revista Nature, muestra que una terapia centrada en la proteína interleucina-11 (IL-11) puede mitigar los efectos negativos del envejecimiento y tiene el potencial de prolongar la esperanza de vida.

La interleucina-11 (IL-11) ha sido identificada como un factor clave en el proceso de envejecimiento. Este innovador estudio, liderado por la profesora Anissa Widjaja desde 2017, sugiere que una terapia dirigida contra IL-11 puede ofrecer beneficios importantes: contrarrestar los efectos del envejecimiento y prolongar la esperanza de vida hasta en un 25%.

El tratamiento con IL-11 ha demostrado mejorar el metabolismo transformando la grasa blanca en grasa parda, además de reducir el acortamiento de los telómeros, lo cual favorece la salud muscular y general. El profesor Stuart Cook, de la Universidad de Duke, ha señalado que esta terapia también bloquea mecanismos de señalización disfuncionales asociados con la edad y protege contra enfermedades del corazón y la pérdida de masa muscular.

Aunque los resultados son prometedores, la profesora Ilaria Bellantuono de la Universidad de Sheffield advierte sobre la necesidad de cautela. Aún no se han realizado pruebas en humanos, y la aprobación de tratamientos para el envejecimiento enfrenta desafíos significativos. Sin embargo, este hallazgo representa un paso importante hacia la mejora de la salud y la longevidad.

Incorporar hábitos saludables puede ralentizar el deterioro asociado con la edad y promover una vida más prolongada y saludable:

• Dieta equilibrada: Una alimentación rica en antioxidantes, vitaminas y minerales puede ayudar a combatir el estrés oxidativo y la inflamación, factores clave en el envejecimiento.
• Actividad física: El ejercicio regular mejora la salud cardiovascular, la fuerza muscular y la flexibilidad. Actividades como caminar, nadar y practicar yoga pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas y mantener el cuerpo en forma.

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• Dormir bien: Un sueño reparador es crucial para la regeneración celular y la reparación del tejido. Mantener un horario de sueño regular y crear un ambiente propicio para descansar bien es fundamental.
• Manejo del estrés: El estrés crónico puede acelerar el envejecimiento celular. Técnicas como la meditación, la respiración profunda y el mindfulness pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar el bienestar general.

Este descubrimiento sobre la interleucina-11 y los hábitos saludables presentan una nueva esperanza en la lucha contra el envejecimiento, ofreciendo potenciales herramientas para mejorar la salud y la calidad de vida.