Las fiestas de fin de año son una excelente oportunidad para disfrutar en familia con múltiples actividades, juegos divertidos y didácticos, que permitirán entretener a los más pequeños. Esta Nochevieja, mientras llega la medianoche y el nuevo año podemos fomentar la imaginación, motricidad, inteligencia sensorial, pensamiento lógico matemático y vocabulario de los niños de acuerdo a su edad.
Para los más chiquitos algunas de las opciones son las siguientes:
• Tarjetas de lenguaje. Para quienes recién están aprendiendo a hablar, las tarjetas con imágenes al estilo Montessori son ideales para ayudarlos a incorporar nuevas palabras.
• Nieve falsa. Esta actividad sensorial es un éxito y muy fácil de hacer. Colocás en una bandeja o bowl fécula de maíz y agregás espuma de afeitar o acondicionador de pelo hasta que la misma no se quede pegada en las manos. También podés hacerlo mezclando tres partes de bicarbonato de sodio con una de sal y agregar agua fría lentamente.
Pueden armar muñecos de nieve o inventar historias agregando miniaturas y juguetes. Las bandejas de experimentación sensorial son excelentes para estimular la observación, concentración, motricidad fina y coordinación óculo-manual así como para el fomento de la creatividad y juego simbólico.
• Muñecos de nieve. Otra divertida actividad sensorial que además puede servir como souvenir para parientes y amigos es armar muñecos de nieve con globos y harina.
Simplemente llenás, con ayuda de un embudo, globos blancos, los atas en el extremo y luego también por la mitad, dividiéndolos al medio en dos pelotas, para luego decorar dibujándole ojos, nariz, boca, pegándole botones, agregarle bufanda y gorra con trozos de tela o medias viejas, etcétera.
Puzzles y atención
Los rompecabezas son otro divertido juego que además es excelente para desarrollar la atención, concentración, discriminación y pensamiento lógico además de la inteligencia espacial. En internet hay una enorme cantidad de fichas de “busca y encuentra” al estilo “¿Dónde está Wally?” con diferentes niveles de dificultad donde además de las ventajas de los puzzles, se estimulan también el conteo y aprendizaje de los números.
Llegar a las 12. A los niños más grandes también a veces les cuesta llegar a la medianoche. Para conseguirlo y disfrutar en familia, te acerco algunas recomendaciones.
• Memotests. ¡Si hay un juego del que los niños jamás se cansan y que divierte a grandes y chicos es éste! Ejercita la discriminación visual, fomenta la memoria y la atención y sirve para ampliar vocabulario. Los hay con diferente grado de dificultad para que se adapten a las distintas edades de los niños de la casa.
• Bingo. Es un juego ideal para todas las edades porque no involucra habilidades que marquen diferencias entre los participantes y cualquier pequeño con la ayuda de un adulto puede encontrarle el encanto.
• Búsqueda del tesoro. Es un clásico de cualquier reunión en la que haya muchos niños. Puede adaptarse perfectamente a la última noche del año escondiendo adornos, caramelos, turrones, tarjetas, etcétera, incluso podés dibujar un mapa o dejar tarjetas con pistas.
• Adivinanzas. Son otra forma entretenida de pasar el tiempo con los más chiquitos. Más allá de algunas que todos recordamos desde pequeños, en internet podés conseguir muchas más y hasta por categorías de interés.
• Villancicos. Para los que gustan de cantar, los villancicos pueden ser un divertimento sencillo para hacer en familia. ¡A elegir el que más les guste y música maestro!
• Cuento encadenado. Se trata de comenzar un cuento inventado alusivo a la fecha y dejar que los niños continúen por turnos inventando el resto mientras la consigna es ver quién inventa el pasaje más divertido o disparatado. Los adultos pueden incluir a los niños como personajes protagonistas para mantener su atención y hacerlo más divertido y personal.
* Socióloga, especialista en marketing y comunicación, fundadora de Mamá estimula
En la vorágine de las fiestas, a menudo olvidamos el significado de celebrar en familia. Las pantallas, omnipresentes en nuestro día a día, nos alejan de la conexión genuina y de los momentos que perduran en la memoria. Esta Nochevieja, regresemos a las raíces, a la simpleza de los juegos y risas sin dispositivos.
Los niños absorben cada instante. Al jugar con ellos fortalecemos nuestros vínculos y les enseñamos valores como la cooperación, la empatía y la creatividad.
¿Por qué es importante desconectar? Las pantallas pueden generar sobreestimulación y dificultar la concentración. Al jugar sin pantallas, los niños desarrollan habilidades sociales y emocionales fundamentales para su desarrollo integral. Además, les permitimos disfrutar plenamente del presente, sin distracciones que fragmenten su atención.
Para los adultos, jugar con los niños es una oportunidad para reencontrarse con su niño interior. El juego no tiene edad.
Hagamos un pacto para recibir el 2025: dejemos a un lado los dispositivos y demos tiempo de calidad a nuestros seres queridos. Los recuerdos que crearemos juntos serán un tesoro invaluable.
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