Redacción El País
El jugo de naranja no solo es un placer gastronómico sino también un potente aliado para la salud. Su consumo creció exponencialmente en el siglo XX, impulsado por avances como la pasteurización y la creación de concentrados congelados.
Conocida por su origen asiático, la naranja se cultiva desde hace más de 4.000 años y llegó a América a través de los españoles. Hoy, su jugo es reconocido no solo por su sabor, sino también por sus propiedades nutricionales que benefician a múltiples funciones del organismo.
¿Cómo beneficia a los riñones?
El jugo de naranja es rico en citrato, un compuesto que eleva los niveles de este elemento en la orina, lo que impide que los cristales de oxalato de calcio se conviertan en cálculos renales, según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón de los Estados Unidos. Además, ayuda a equilibrar el pH urinario, reduciendo la formación de cálculos de ácido úrico.
No obstante, su alto contenido de azúcares naturales puede aumentar los niveles de oxalato urinario si se consume en exceso. Por eso, la moderación es clave para disfrutar de sus beneficios sin riesgos.
Cantidad recomendada y consejos de consumo
Para prevenir cálculos renales, se aconseja consumir jugo fresco, sin azúcares añadidos, en cantidades moderadas. Un vaso diario de aproximadamente 200 ml es suficiente para aprovechar sus propiedades sin sobrecargar el organismo con calorías o azúcares innecesarios.
Evitar jugos procesados con conservantes y azúcares adicionales es fundamental, ya que pueden reducir los efectos protectores del citrato.
Otros beneficios para la salud
El jugo de naranja refuerza el sistema inmunológico gracias a su alto contenido de vitamina C y antioxidantes como los flavonoides, que también reducen la inflamación y protegen contra enfermedades cardiovasculares.
Por su parte, el folato que contiene es esencial para el desarrollo saludable del feto durante el embarazo, mientras que la fibra de la pulpa mejora la salud intestinal, ayudando a prevenir el estreñimiento y reduciendo el riesgo de diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.
Consumir jugo de naranja natural con moderación puede marcar la diferencia en la prevención de cálculos renales y en la promoción de una salud integral. Este clásico de los desayunos es mucho más que una bebida refrescante: es una herramienta sencilla para cuidar el cuerpo.