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Junio el Mes de la escoliosis: por qué una columna torcida siempre debe llamar tu atención

La escoliosis se define como un cambio tridimensional de la columna vertebral, involucra los planos frontal, sagital y transversal del movimiento; está clasificada en leve, moderada o grave según el ángulo de curvatura.

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Columna con escoliosis
Columna con escoliosis
Foto: Canva

Junio es el mes de la concientización sobre la escoliosis, enfermedadque ataca principalmente a niños y adolescentes y provoca desviaciones en la columna que —si no se atienden tempranamente— puede generar complicaciones en la vida adulta de las personas.

Si se notan hombros o cintura desiguales, un omóplato más prominente que el otro, o una parte de la caja torácica hacia afuera en tus hijos, la indicación es consultar a un médico.

“La escoliosis se define como un cambio tridimensional de la columna vertebral, involucra los planos frontal, sagital y transversal del movimiento. Para que se considere la presencia de escoliosis la curva en el plano frontal debe tener al menos 10° de desviación”, señala Federico Durandeau, fisioterapeuta especializado en Reeducación Postural Global (RPG).

La escoliosis está clasificada en leve, moderada o grave según el ángulo de curvatura.

Nancy Muslera Mateos, Licenciada en Fisioterapia, remarca que hay diferentes tipos de curvaturas, torácicas, lumbares o toracolumbar, ellas tienen forma de C pero también pueden presentarse curvaturas dobles pudiendo observar una columna en forma de S.

“Las curvaturas que no superan los 20° corresponden a escoliosis leves y las graves son las que presentan ángulos de 50° o más”, detalla la profesional.

Normalmente las escoliosis leves no tienen un impacto trascendental en la vida del paciente. Las moderadas y graves afectan tanto físicamente como psíquicamente.

“De no tratarse traen limitaciones de movilidad, afectan la actividad cardiopulmonar, provocan más dolor de espalda y además conlleva problemas de autoestima pues la imagen corporal está afectada”, detalla Muslera Mateos.

Diagnóstico

Generalmente es tardío y se hace en la adolescencia, cuando el crecimiento músculo esquelético es tan rápido que puede provocar una serie de descompensaciones en la columna aunque, a veces, solo se observa una silueta asimétrica cuando el paciente está de espalda.

En la niñez, en los controles pediátricos, se realiza una prueba clínica llamada Test de Adams, que procura detectar las desviaciones o anormalidades en la espalda. El diagnóstico puede complementarse con una radiografía que mostrará que grado de escoliosis se presenta.

Mujer tomándose la espalda
Mujer tomándose la espalda
Foto: CANVA

“Habitualmente se diagnostica en una consulta del pediatra o cuando los padres observan la columna de su hijo en la playa, sin remera, porque habitualmente los miramos vestidos”, dice Nicolás Galli, traumatológo especialista en cirugía de columna de Hospital Británico y en el Centro de deformidades de columna (CE.DEF.CO).

“Es importante decirle a los padres que le miren la espalda de los niños y cuiden las posturas de los adolescentes”, enfatiza. El médico remarca que la realidad es que “nunca tenemos una educación de cómo sentarnos o levantarnos, cómo realizar esfuerzos o cargar la mochila. Y luego vemos a niños, adolescentes y adultos de en malas posturas”.

Las escoliosis pueden producirse por diferentes causas, congénitas, enfermedades metabólicas o sistémicas, trastornos neuromusculares entre otras.

“Entre el 80% y el 90% de los casos detectados corresponden a lo que llamamos Escoliosis Idiopática (las causas que la provocan son desconocidas) y afectan entre un 2% a 4 % de los adolescentes”, puntualiza Muslera Mateos.

“Las escoliosis graves, lo que se conoce como escoliosis congénitas o infantiles o de inicio precoz pueden llegar a dar alteraciones fundamentalmente respiratorias por afectación de crecimiento del pulmón, esto en la psicología congénitas”, señala Galli.

El médico advierte que no son las más frecuentes, pero en el caso de escoliosis congénitas también es necesario comprobar que no se generen otras patologías, alteraciones estéticas, respiratorias o dolorosas en la edad adulta. “Es necesario ver cómo están los riñones, los ojos, entre otras estructuras nobles del cuerpo”, agrega.

Nicolás Galli, Nancy Muslera Mateos, Federico Durandeau y Alejandra Montero
Nicolás Galli, Nancy Muslera Mateos, Federico Durandeau y Alejandra Montero
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¿Qué hacer?

El tratamiento de la escoliosis tiene como objetivo detener la progresión de la curvatura y, en aquellos casos más severos, aliviar el dolor y mejorar las deformidades.

“Dentro de los tratamientos conservadores está primero la fisioterapia (evaluando al paciente y creando un plan de tratamiento personalizado). El segundo tratamiento conservador es la utilización de corsé para reducir la prevalencia de las cirugías”, dice Muslera Matos. La profesional agrega: “La cirugía se plantea en aquellas escoliosis graves y en cuando los tratamientos conservadores no dieron los resultados esperados”.

A su turno, Galli explica que el tratamiento que se recomienda dependerá del diagnóstico inicial de la escoliosis. Y se clasificará según el valor angular.

“En los primeros grados la conducta es puramente expectante. Ahí mandamos tratamiento fisiátrico, con RPG, tonificación, elongación”, detalla. En cambio, si los valores son intermedios, que más o menos son de 20° a 45, se utilizan soportes externo, los famosos Corset, que se emplean para acompañar el crecimiento del niño o adolescente, para intentar disminuir la progresión de la curva”, repasa Galli.

El traumatólogo señala que en casos más grandes deben hacerse fijaciones —cirugías— para intentar estabilizar, alinear, reducir el valor angular y evitar la progresión de las curvas.

Cuidados

No hay contraindicaciones para realizar ejercicios a quienes tienen diagnóstico de escoliosis. A ningún adolescente con escoliosis se le prohíbe el deporte, tampoco el deporte de impacto. Lo que sí se hace es no recomendar estas disciplinas.

“Los niños y jóvenes diagnosticados pueden y deben realizar actividad física en cualquiera de sus formas”, advierte Muslera Mateos. Y señala: “También los adultos se benefician con los ejercicios, ya que con el paso de los años se produce una desmineralización ósea provocando una disminución de la movilidad, dolor, eso no significa un aumento de la escoliosis”.

Debe mirarse con atención espalda y posturas

La escoliosis es la curvatura lateral anormal de la columna vertebral. Su principal consecuencia es el dolor muscular y articular asociado. En casos severos pueden presentarse consecuencias respiratorias. Puede diagnosticarse desde la niñez mediante examen físico del paciente, radiografía de columna, y en algunos casos es necesario un método de imagen más completo como Resonancia o Tomografía.

“El abordaje del paciente con escoliosis es multidisciplinar”, señala Alejandra Montero, Médica Acupuntora directora de Clínica Montero.

Según la severidad, localización y edad del paciente un grupo de pacientes tendrá indicación quirúrgica y otro realizará un tratamiento conservador.

“Desde la acupuntura nuestro rol es ayudar al paciente en la terapia de dolor crónico, en conjunto con la fisioterapia”, señala la profesional.

La acupuntura tiene un potente efecto antiinflamatorio y analgésico a nivel articular, además de ayudar a relajar la musculatura de la zona comprometida.

“También tiene efectos ansiolíticos y antidepresivos, por lo cual ayuda al paciente a sobrellevar mejor la enfermedad”, remarca Montero y destaca la importancia de dedicar el mes de junio a dar a conocer sobre este tema.

“El mes de la escoliosis surge como una necesidad de educar a la población en la detección temprana y concientización de la enfermedad”, dice.

“Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida del paciente con escoliosis y reducir la necesidad de consumo de medicamentos. La acupuntura al ser una medicina natural no presenta contraindicaciones ni efectos secundarios”, concluye.

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