O Globo - GDA
Un estudio realizado con 11.000 gemelos mostró cómo las ciudades en las que vivimos influyen en nuestro nivel de actividad física. Los científicos examinaron el grado de "caminabilidad" (walkability, en inglés) del entorno para descubrir su impacto en la rutina de sus habitantes.
El estudio, publicado en el American Journal of Epidemiology, analizó datos de encuestas realizadas a 5.477 pares de gemelos entre 2009 y 2020. Se incluyeron información sobre dónde vivían y el promedio de minutos caminados, ya fuera por recreación, ejercicio o desplazamiento. El análisis reveló que aquellos que vivían en áreas consideradas más caminables (en Estados Unidos) eran realmente más activos.
Según la investigación, un aumento del 55% en la caminabilidad incrementa en un 23% el tiempo total de caminata (alrededor de 19 minutos), ayudando a reducir el sedentarismo. Sin embargo, vivir en una zona caminable no parece impactar la práctica de ejercicios más vigorosos.
La caminabilidad es un índice que considera la densidad de personas, la presencia de calles y espacios agradables para caminar, además del número de tiendas, parques, restaurantes y cafeterías. Los vecindarios más caminables suelen encontrarse en áreas urbanas. En las zonas suburbanas o rurales, este índice tiende a disminuir, ya que estas regiones requieren el uso de automóviles para acceder al comercio y servicios.
El autor principal del estudio, Glen Duncan, profesor de Nutrición y Fisiología, destacó la importancia de estos hallazgos para la salud pública, considerando las tasas de sedentarismo en la población.
“Tenemos muchas personas que no realizan suficiente actividad física. Si logramos aumentar el porcentaje de la población que comienza a caminar más, veremos beneficios reales para la salud”, afirmó.
Duncan mencionó Capitol Hill, en Seattle, como un ejemplo de un barrio caminable, con abundantes tiendas y restaurantes, además del acceso al transporte público, como autobuses y trenes ligeros.
Los investigadores también examinaron si la caminabilidad de un área aumentaba el uso del transporte público, aunque pocos participantes del estudio utilizaban este tipo de transporte. Sin embargo, vivir en un vecindario caminable redujo en un 32% la probabilidad de no usar transporte público.
El investigador enfatizó que caminar es una forma excelente y accesible de mejorar la salud y que cuenta para la recomendación de 150 minutos semanales de actividad física de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“No tenés que gastar mucho en ropa deportiva o en los mejores equipos. Caminar es algo muy natural. Solo tenés que ponerte un par de zapatos y salir de casa”, comentó.