Redacción El País
Cuando se habla de alimentos ricos en proteínas, el pensamiento suele dirigirse a carnes, huevos o legumbres. Sin embargo, algunas frutas también contienen cantidades significativas de este nutriente, y entre ellas destaca el maracuyá.

Con unos 5 gramos de proteína por porción, esta fruta tropical se acerca al aporte proteico del huevo (6 gramos) y ofrece una serie de beneficios que van desde la salud digestiva hasta la protección cardiovascular. A pesar de su riqueza nutricional, sigue siendo poco consumida en Uruguay y en otros países de la región.

El maracuyá, originario de América del Sur y perteneciente a la familia de las pasifloras, se destaca no solo por su sabor exótico y su pulpa jugosa, sino también por su valor nutricional. Su contenido en proteínas de origen vegetal lo convierte en una opción interesante para quienes buscan diversificar su dieta sin depender exclusivamente de fuentes animales.

Además, su aporte en fibra favorece la sensación de saciedad, lo que puede ayudar en el control del peso. También contribuye a la regulación del metabolismo y a la salud muscular, factores clave para quienes buscan mantener un estilo de vida activo y saludable.

El maracuyá no solo es una fuente de proteínas vegetales. Su riqueza en antioxidantes, vitaminas y minerales le otorga múltiples propiedades beneficiosas para el organismo:

• Saciedad y control del peso: su alto contenido en fibra ayuda a prolongar la sensación de saciedad, lo que reduce el picoteo entre comidas y favorece una alimentación equilibrada.
• Protección de la piel: su combinación de antioxidantes y vitamina C combate el daño celular y retrasa el envejecimiento prematuro.
• Regulación del azúcar en sangre: su alto contenido en betacarotenos y vitamina C favorece la producción de insulina y ayuda a mantener estables los niveles de glucosa.

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• Reducción del estrés y la ansiedad: sus flavonoides tienen un efecto relajante sobre el sistema nervioso, lo que contribuye a reducir el estrés y la ansiedad.
• Salud del corazón: ayuda a prevenir el daño en las arterias y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio.
• Mejora del sueño y la digestión: sus propiedades sedativas naturales facilitan el descanso, mientras que su fibra favorece el tránsito intestinal y el equilibrio de la flora digestiva.

A pesar de sus beneficios, el maracuyá sigue siendo una fruta poco presente en la mesa de los uruguayos. Sin embargo, su versatilidad permite sumarlo a la dieta de diversas maneras:

• Consumo directo: su pulpa se puede comer con cuchara, aprovechando al máximo su sabor intenso.
• Batidos: su acidez combina bien con otras frutas y aporta un toque refrescante.
• Postres y mermeladas: ideal para preparar compotas, salsas o rellenos para tartas.
• Ensaladas: su sabor tropical aporta un contraste interesante en platos frescos.

Si bien es una fruta con un contenido calórico moderado, su inclusión en la dieta debe ser equilibrada. Se recomienda consumir entre 1,5 y 2 tazas de fruta al día, lo que permite aprovechar al máximo sus beneficios sin excederse en la ingesta calórica.

El maracuyá es mucho más que una fruta exótica. Con sus múltiples propiedades nutricionales y su impacto positivo en la salud, merece un lugar destacado en la alimentación cotidiana.