Redacción El País
En el Mar Egeo, la isla de Icaria es conocida no solo por sus paisajes cautivadores, sino también por la notable longevidad de sus habitantes, quienes, en su mayoría, superan los 90 años con una vitalidad envidiable.

Este lugar se ha ganado el título de “Zona Azul”, una de las regiones del mundo donde la expectativa de vida es significativamente alta. Las investigaciones sugieren que el secreto de esta longevidad se debe a una combinación de factores ambientales, culturales y, sobre todo, alimenticios.

Para los habitantes de Icaria, la miel cruda es mucho más que un alimento; es parte esencial de su rutina y cultura. Este manjar se produce a partir de la flora local —principalmente tomillo, pino y brezo— y es conocida por sus propiedades únicas. Cada tipo de miel posee características especiales: la de tomillo es rica en antioxidantes y tiene un sabor floral intenso; la de pino, más terrosa, es alta en minerales y baja en azúcares; y la de brezo, densa y rica en polen, se considera un refuerzo nutricional natural.

Los isleños suelen consumir una cucharada de miel al comenzar el día, un ritual que, según ellos, contribuye a su resistencia y energía. Además, en Icaria, esta miel cruda es valorada por sus efectos antibacterianos y antioxidantes, recomendada para aliviar la tos, tratar infecciones de garganta e incluso como remedio casero para problemas de salud más íntimos.

Foto: Freepik.

Más allá de la miel, la dieta en Icaria se basa en los principios de la alimentación mediterránea, con un enfoque en productos frescos, locales y de temporada. La cocina no es solo una fuente de nutrición, sino también un momento de encuentro social. Las comidas, sencillas y con ingredientes como aceite de oliva, frutas, verduras y granos, son preparadas siguiendo recetas tradicionales y se disfrutan lentamente en familia o con amigos.

Este enfoque en la comida y en el acto de compartir ha demostrado beneficios para la salud física y mental de los habitantes. Además, los habitantes de Icaria llevan un ritmo de vida tranquilo y participan en festivales comunitarios llamados “panigiria”, donde música, comida y vino se mezclan en una celebración que fortalece los lazos sociales, otro factor que influye en su bienestar general.

Icaria es solo una de las cinco “Zonas Azules” del mundo, que también incluye a Okinawa en Japón, Cerdeña en Italia, Nicoya en Costa Rica y Loma Linda en Estados Unidos. En cada una de estas regiones, la longevidad excepcional se relaciona con factores similares: dietas naturales y balanceadas, fuertes vínculos sociales y estilos de vida sin estrés. Estos lugares han despertado el interés de la ciencia, que busca desentrañar los secretos de estas comunidades para replicarlos en otros contextos.