O Globo - GDA
La osteoartritises una enfermedad inflamatoria crónica que puede afectar cualquier articulación, llevando a la degeneración progresiva del cartílago. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 528 millones de personas sufren esta enfermedad, un aumento del 113% desde 1990.

La rodilla es la articulación más afectada, seguida de la cadera y la mano. Con el envejecimiento de la población y el aumento de las tasas de obesidad y lesiones, se espera que la prevalencia de la osteoartritis siga aumentando a nivel mundial.

Según datos de la OMS, aproximadamente el 73% de las personas que viven con osteoartritis tienen más de 55 años. "Con la expectativa de un futuro escenario sombrío y con números en aumento, estamos lanzando este movimiento para intentar prevenir la aparición de casos y evitar el empeoramiento de los diagnósticos ya existentes. Debido a la complejidad de las cirugías que realizamos, ya tenemos muchas personas en lista de espera y no deseamos que este número aumente aún más", afirma Germana Lyra Bahr, directora del Instituto Nacional de Ortopedia y Traumatología (Into) de Brasil.

Además de la edad avanzada y el sedentarismo, las lesiones causadas por accidentes o por exceso de actividad física son factores de riesgo para desarrollar la condición. La osteoartritis se clasifica como una enfermedad crónica no transmisible, al igual que el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. Sin embargo, debido a que es insidiosa, requiere tratamiento electivo y no causa directamente la muerte, recibe menos atención. No obstante, la condición representa un gran problema de salud, ya que además de resultar en discapacidad funcional, genera un gran costo social y económico (las cirugías para la colocación de prótesis son costosas) y también contribuye al empeoramiento de otras enfermedades crónicas.

Estudios muestran que los pacientes con osteoartritis tienen tres veces más probabilidades de presentar enfermedades cardiovasculares y metabólicas, y también están asociados a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como demencia y Alzheimer. Los principales síntomas de la osteoartritis son dolor en las articulaciones, que se intensifica con el tiempo; hinchazón; y reducción de la capacidad de movimiento. Una de las mejores formas de prevención es la actividad física y el fortalecimiento muscular, lo que reduce el impacto en los cartílagos.

En el caso de quienes ya tienen la enfermedad, además de la fisioterapia, sustancias que ayudan a lubricar las articulaciones y medicamentos que alivian el dolor pueden ser útiles. "El gran problema es que cuando el proceso está establecido y avanzado, es difícil detenerlo. En estos casos, el tratamiento es la cirugía para la colocación de prótesis. Por eso, estamos reclamando más atención para esta enfermedad, que es tan común pero pasa desapercibida", dice el ortopedista João Antonio Matheus Guimarães.