En el corte de cinta, la organización contó con la presencia del presidente Luis Lacalle Pou cortando, la vicepresidenta Beatriz Argimón y el secretario de Presidencia Álvaro Delgado. También dijeron presente otras figuras de la coalición de gobierno, tales como Leonardo Cipriani, Jorge Gandini, Gabriel Gurméndez e Isaac Alfie.

El nuevo predio de la Fundación Pérez Scremini cuenta con tres pisos y alberga tanto consultorios como enfermería y salas para realizar capacitaciones y ateneos médicos. Funcionará como hospital de día, o sea “el área en el que se realizan las policlínicas, donde se brinda la atención en aquellas etapas del proceso terapéutico que pueden cumplirse de forman ambulatoria”. Además ahí también se instalaron los laboratorios de Hematología y Biología Molecular.

Juan Carlos “Lopecito” López fue el conductor de la ceremonia de inauguración. El primero en hacer uso de la palabra fue el actual director del Hospital Pereira Rossell, Ricardo Ayestarán. “Bienvenidos al futuro”, manifestó el jerarca en alusión a que el nuevo edificio una instalación con prestaciones y tecnología de punta.

“La imagen de la salud pública uruguaya ha cambiado, no solo por lo que vamos a ver ahora (en referencia al recorrido que se realizaría un poco más tarde), sino por otras cosas. Hoy, la salud pública uruguaya tiene tecnología de punta: viene gente del exterior, y del sector privado a atenderse en nuestros hospitales, porque en algunas especialidades tenemos lo mejor que se puede ofrecer, como en el servicio de oncología del centro hospitalario del Pereira Rossell”, dijo.

A su turno, a Ney Castillo se le quebró un poco la voz. En su intervención, el médico recordó a sus propios padres y lo mucho que le hubiese gustado que ellos vieran la inauguración del edificio que lleva su nombre. Por otra parte, Castillo mencionó que el trabajo de la fundación siempre contó con el apoyo de los respectivos gobiernos que se han sucedido a lo largo de la historia de la Pérez Scremini.

En ese sentido mencionó a Julio María Sanguinetti, Jorge Batlle y José Mujica como ejemplos de mandatarios que en algún momento u otro apoyaron las acciones de la organización. “La fundación es un movimiento nacional en un país que generalmente se divide en mitades contrapuestas. Para entender, vayamos a lo más fácil: los cuadros grandes. Nacional, Peñarol, Defensor... Acá teníamos de todos los equipos. Faltaba uno de Boston River, pero apareció”, dijo mirando a Lacalle Pou, sentado en primera fila. “Donde está él hoy estuvo antes Sanguinetti, Batlle, Mujica... Porque hay cosas del país que están por encima de las divisiones diarias que a veces tenemos”.

Leonardo Cipriani, presidente de ASSE, sostuvo que “este tipo de acciones dan vida”. “Esto es en nombre del amor de todos los que somos parte, y es un orgullo como país que hoy los niños tengan las mismas chances de salvarse que si vivieran en un país desarrollado. Siempre se dice que los niños son el futuro, pero son principalmente el presente”, remarcó.

Foto: Diego Battiste

Durante el recorrido del lugar luego del simbólico corte de la cinta inaugural, los invitados y los jerarcas de la fundación y de Salud Pública acompañaron al presidente por los tres pisos del edificio, donde se vio el resultado de algo más de cuatro años de trabajo (de 2019 al presente), desplegado en 1.500 metros cuadrados y que entre otras prestaciones cuenta con dos nuevas salas de aislamiento, seis salas de internación para 25 camas y sala de recreación y estimulación.

El presidente de la Fundación Pérez Scremini, Gerardo Zambrano, fue el principal orador del evento, y agradeció a “toda la barra que siempre estuvo apoyando”, y recordó a administraciones pasadas de la organización. “Hoy me toca a mí decir algunas palabras, pero esto es fruto del trabajo de mucha gente y de mucho tiempo. Con Ney hace 30 años que trabajamos juntos en la lucha contra el cáncer infantil”, recordó.

Zambrano calificó de excepcional a la nueva construcción y destacó el papel de todas las empresas e instituciones -tanto nacionales como internacionales- que aportaron lo suyo (ver recuadro) para concretar la inversión de más de tres millones de dólares. Zambrano también destacó a quienes aportan sumas modestas al trabajo de la fundación. “Se sorprenderían de ver cuánta gente se acerca para donar aunque sea $ 100. La generosidad del pueblo uruguayo es increíble”, remarcó.