La relación entre el aumento de la grasa abdominal y la probabilidad de desarrollar el Mal de Alzheimer

Lo que se descubrió —expresado de manera coloquial— es que cuando aumenta la barriga, disminuye el cerebro.

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Lo mejor es tratar de bajar la panza para aumentar las posibilidades de no desarrollar alzhéimer.
Foto: Flickr.

El Tiempo - GDA
Una investigación halló que con el aumento del abdomen en los seres humanos se vuelven más pequeños los del cerebro. Esto quiere decir que la hinchazón provocada por la grasa abdominal puede estar relacionada con las primeras fases de la enfermedad de Alzheimeraños antes de que empiecen a presentarse los síntomas.

El estudio identificó que las personas en un rango de edad de 40 y 50 años con una mayor cantidad de grasa abdominal oculta "tenían una mayor cantidad de una proteína anormal llamada amiloide en una parte del cerebro que sabemos que es uno de los primeros lugares donde ocurre el Alzheimer", señaló el autor principal, el Dr. Cyrus Raji, profesor asociado de radiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, para CNN.

Esta proteína llamada amiloide en cantidades elevadas es una de las señales de que el paciente puede presentar alzhéimer en el futuro.

La investigación también encontró que el género masculino tiene mayor riesgo de presentar problemas de este tipo, ya que son el grupo poblacional que más presenta grasa visceral a comparación de las mujeres.

En total participaron 53 adultos entre 40 y 60 años, a los cuales, el equipo de investigadores tomaron imágenes originalmente de los cerebros y vientres.

Aunque los cambios encontrados fueron modestos, los directores de la investigación señalaron a un medio de comunicación que "la razón por la que hemos mostrado efectos muy sutiles es porque estamos analizando personas de mediana edad, mientras que estudios anteriores observaron personas entre 60 y 70 años".

Además, esperan que con este estudio se pueda tomar como precedente para el diagnóstico oportuno de esta enfermedad.

¿Señales para identificar la llegada del alzhéimer?

Entre los primeros síntomas que presenta una persona que padece de Alzheimer está la pérdida de la memoria, según la doctora neuróloga Nohemí Meza, miembro de la Asociación Colombiana de Neurología y neuróloga en el Hospital de la Universidad del Norte.

“La primera manifestación es el olvido, sin recuperación de la información. Yo creo que eso es un punto clave. Y uno lo nota en los pacientes”, señaló.

Según explicó Meza, a cualquier persona se le puede olvidar algo esporádicamente, pero empieza a ser un signo de alerta cuando alguien olvida información y no la puede recordar aunque tenga pistas. En un principio, los pacientes pueden tener dificultad para recordar eventos o conversaciones recientes.

Meza también comentó que cuando la enfermedad va avanzando, el paciente empieza a tener problemas en la palabra, lo que quiere decir que el discurso no es fluido porque la persona se empieza a bloquear. Esta es la segunda característica primordial del Alzheimer.

La enfermedad también puede provocar que a la persona se le dificulte concentrarse y pensar, en especial si se trata de conceptos abstractos, como los números, señala Mayo Clinic.

Posibles cambios de comportamiento

La experta señala que cuando la enfermedad está más avanzada, la persona puede pasar por episodios de desorientación en los cuales se olvida la ruta del día a día. El paciente puede salir y perderse en la calle al olvidar ubicaciones que ya conoce o, incluso, quedar desubicado dentro de su propia casa.

La persona se puede volver irritable o agresiva porque es un mecanismo de defensa ante la frustración por las mismas cosas que olvida o cuando es confrontada.

“Generalmente, cuando hablamos de demencias, es cuando el paciente pierde las capacidades de realizar las actividades de su vida diaria habitual. En los problemas de comportamiento, empiezan a hacer cosas que habitualmente no hacían. Por ejemplo, no te quieres bañar porque crees que ya te bañaste, pero en realidad no”, describió la neuróloga.

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