OGlobo - GDA. El multimillonario Jeff Bezos, dueño de Amazon y Blue Origin, pasó de ser un joven delgado en los años 90 a ser un musculoso hombre de 59 años. Logró su transformación corporal a través de ejercicios extenuantes con un entrenador personal de celebridades y una dieta rica en proteínas.

Antes, Bezos no era conocido por ser un apasionado de la salud ni por tener una rutina saludable. Se cree que su transformación fue desencadenada por la adquisición de Whole Foods, una cadena de supermercados de productos naturales y orgánicos en los Estados Unidos, por parte de Amazon en 2017.

Pero su impresionante forma física a los 59 años no es mágica. El multimillonario tiene una rutina de ejercicios y sigue una estricta dieta. En lo físico, Bezos se enfoca en el entrenamiento de fuerza y resistencia de bajo impacto, supervisado por Wes Okerson, profesional que ayudó a Tom Cruise, Gerard Butler e Isla Fisher a estar en su mejor forma física para sus roles en el cine, según informa el Daily Mail.

Okerson es adepto a los ejercicios de bajo impacto y alta resistencia, como remar, e incorpora entrenamiento con pesas para aumentar la fuerza y resistencia con el tiempo. También alienta a sus clientes a realizar ejercicios al aire libre. Correr en colinas, hacer kayak, remar y practicar paddle surf están entre sus favoritos y los de Bezos.

Un porcentaje saludable de grasa corporal para hombres de 40 a 59 años se encuentra entre el 11% y el 21%. Estimaciones de los internautas que han seguido de cerca la transformación de Bezos sugieren que probablemente se encuentra entre el 12% y el 14%.

En cuanto a su alimentación, Bezos consume una dieta rica en proteínas y grasas saludables. No es de extrañar que uno de sus desayunos favoritos sea el pulpo mediterráneo, que incluye papas, tocino y yogur de ajo verde. Okerson, su entrenador, defiende la dieta cetogénica, que se basa principalmente en grasas, proteínas moderadas y bajo consumo de carbohidratos, por lo que tendría sentido que Bezos adoptara una dieta similar.

Sin embargo, esto no siempre fue así. En 2017, Bezos admitió que su dieta era extremadamente perjudicial para la salud: solía comer un paquete entero de galletas procesadas. “Nunca había leído una etiqueta nutricional en mi vida; comía lo que me gustaba", reveló en ese momento.

A pesar de su alimentación disciplinada, el multimillonario no puede resistirse a la comida chatarra de vez en cuando. En 2018, publicó una foto con los dedos manchados de una botana y escribió: "Sé que... pero Dios, amo los Cheetos". Y en 2022, compartió una foto en la que aparecía comiendo una hamburguesa de McDonald's, con el comentario: "Mi primer trabajo. ¡Aún la misma hamburguesa grande! ¡Feliz domingo!".

Además de la actividad física y la alimentación, Bezos busca mantener una rutina regular de ocho horas de sueño por noche, lo cual va en contra de muchos ejecutivos de alto nivel que se enorgullecen de operar al máximo con muy poco sueño, incluyendo al fundador de Twitter, Jack Dorsey, la CEO de PepsiCo, Indra Nooyi, y el ex presidente Donald Trump. Dormir menos de eso es una excepción para Bezos, pero ocurre especialmente durante los viajes entre diferentes zonas horarias.

"Personalmente, necesito ocho horas de sueño. Pienso mejor, tengo más energía, mi estado de ánimo está mejor, todas esas cosas", afirmó durante una conferencia en el Economic Club de Washington DC en 2018.

También mencionó que a medida que él y su empresa se volvieron extremadamente exitosos, comprendió cada vez más la importancia de un buen sueño, especialmente para un ejecutivo de alto poder que toma decisiones regularmente con millones de dólares en juego.

"Varios estudios demuestran que dormir lo suficiente y tener un sueño de calidad es fundamental para tomar decisiones conscientes y desempeñarse bien en las tareas diarias. La abrumadora mayoría de los adultos necesita de 7 a 8 horas de sueño nocturno para ser una persona funcional. Solo un pequeño porcentaje de la población tiene una predisposición genética para dormir menos sin experimentar los perjuicios asociados a la privación del sueño". "Un estudio de 2017 publicado en Annals of Neurology mostró que las personas que duermen menos de ocho horas por noche tienden a tener un comportamiento más impulsivo y arriesgado sin darse cuenta."