Uruguay ofrecerá la primera formación de rolfing en español de América Latina y de este modo se ubicará en el centro del rolfing a nivel mundial. Esta terapia corporal trabaja con la manipulación del tejido conjuntivo —la fascia— para aliviar contracturas, dolores articulares y musculares y tensiones en general, y se usa también para mejorar la postura y el rendimiento físico. En pocas palabras, implica “reorganizar el cuerpo alrededor de un eje vertical”, señaló José García Olaso, rolfista uruguayo e impulsor de la formación en español.
A través de la manipulación del tejido conjuntivo y la reeducación del movimiento, el rolfing da lugar a “nuevas posibilidades de coordinación, de percepción del propio cuerpo y de movimiento”. García Olaso —que también es psicólogo especializado en trauma y terapia corporal— mencionó que estos cambios físicos tienen un impacto directo en “aspectos más emocionales”; de hecho, muchos se acercan a esta terapia con fines de autoconocimiento.

Para el experto, “el cuerpo refleja quién uno es”. Por lo tanto, al trabajar con las tensiones que el cuerpo necesita para estar de pie, con su distribución y con los patrones de movimiento de la persona, “eso de alguna manera empieza puede generar una transformación, un cambio, un movimiento”.
El método debe su nombre a la doctora estadounidense Ida Rolf, que estudió trabajos corporales como el yoga, la osteopatía y la quiropraxia y, con el tiempo, desarrolló su propia técnica, la Integración Estructural, difundida desde los años 50 como ‘rolfing’. La clave del descubrimiento de Rolf radica en el poder sanador de la fascia, una estructura de tejido conjuntivo que conecta y envuelve todas las estructuras corporales. Su función es sostener, proteger y dar forma al organismo y tiene una gran capacidad de deslizamiento y desplazamiento.
Esta terapia puede mejorar la elasticidad del pecho, la orientación de la pelvis, la caja torácica y la cintura escapular, la organización de los pies y las piernas, el equilibrio y la flexibilidad, entre otros aspectos. Además, potencia la consciencia corporal y la propiocepción, y aumenta la vitalidad y la energía.
A lo largo de las sesiones, el paciente logra reconocer cómo realiza los movimientos y qué modificaciones puede hacer para estar mejor. En este sentido, el trabajo continúa aún fuera del consultorio, con el compromiso de cambiar los patrones de movimiento que no son saludables.

Formarse como rolfista
La primera formación de rolfing en español de América Latina comenzará el 31 de mayo en Montevideo. Tiene una duración de tres años y está avalada por el Dr. Ida Rolf Institute®, con sede en Estados Unidos. Puede inscribirse cualquier persona interesada, pero se dará prioridad a quienes tengan experiencia en algún área relacionada, aclaró García Olaso. También comentó que solo los primeros tres meses —dedicados a anatomía, fisiología y kinesiología— son virtuales; el resto se dictará de forma presencial.
“Ya se inscribió alguien de Perú, otro de Chile y varios argentinos y uruguayos. Ubicaremos a Uruguay en el centro del rolfing a nivel de Latinoamérica”, finalizó el experto.