La vitamina clave para la salud ocular: ayuda a prevenir cataratas y glaucoma y mejora la visión nocturna

La luteína, presente en diversos alimentos, protege la salud ocular al prevenir el daño en el cristalino y el nervio óptico, reduciendo el riesgo de cataratas y glaucoma.

ojo seco

Redacción El País
La salud visual es un tema de creciente preocupación, especialmente en personas mayores. Las cataratas y el glaucoma pueden afectar significativamente la calidad de vida, pero existen estrategias nutricionales que ayudan a prevenirlas.

Las cataratas se caracterizan por la pérdida de transparencia del cristalino, lo que genera visión borrosa, sensibilidad a la luz y, en algunos casos, visión doble. Su tratamiento definitivo es la cirugía, pero su progresión puede ralentizarse con ciertos hábitos saludables.

El glaucoma, por otro lado, es una afección que provoca un daño progresivo en el nervio óptico, generalmente debido a una presión ocular elevada. Puede derivar en pérdida de visión irreversible si no se detecta y trata a tiempo.

Luteína: el nutriente que protege los ojos

Para prevenir estas enfermedades, los expertos recomiendan la luteína, un pigmento natural de color amarillo relacionado con el betacaroteno y la vitamina A. Este compuesto se encuentra en la mácula y la retina, donde actúa como un filtro protector contra la luz azul y el estrés oxidativo, ambos factores que contribuyen al deterioro visual.

La luteína no solo ayuda a reducir el riesgo de cataratas y glaucoma, sino que también mejora la visión nocturna, lo que resulta clave para quienes experimentan dificultades para ver con poca luz. Además, se ha relacionado con beneficios en la prevención del cáncer y la protección de la memoria y la función cognitiva en adultos mayores.

Este nutriente se encuentra en diversos alimentos, por lo que es posible incorporarlo de manera natural en la alimentación diaria. Entre las fuentes más ricas en luteína se destacan:

  • Vegetales de hojas verdes: Espinacas, col rizada y acelga.
  • Frutas y verduras de colores vibrantes: Maíz, pimientos naranjas, calabaza, kiwi y uvas.
  • Huevos: Especialmente en la yema, que es una de las mejores fuentes biodisponibles de luteína.
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Además, la luteína puede consumirse en forma de suplemento, con dosis recomendadas que varían entre 5 mg y 20 mg diarios. Para mejorar su absorción, se aconseja ingerirla junto con alimentos que contengan grasas saludables, como aceite de oliva, aguacate o frutos secos.

Además de una dieta rica en luteína, los especialistas recomiendan complementar el cuidado ocular con hábitos saludables como el uso de lentes de sol para protegerse de la radiación UV, descansos regulares al usar pantallas y revisiones oftalmológicas periódicas.

Incorporar estos cambios puede marcar la diferencia en la salud visual a largo plazo, ayudando a mantener una buena calidad de vida y previniendo enfermedades que afectan la vista con el paso de los años.

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