Redacción El País
Mantener una buena circulación sanguínea es esencial para la salud general del organismo. Con el paso del tiempo, los vasos sanguíneos pueden perder elasticidad, lo que favorece la aparición de várices, coágulos yotros problemas vasculares.

Una alimentación equilibrada, rica en ciertos nutrientes, contribuye a mejorar el flujo sanguíneo y a fortalecer las arterias. Entre las vitaminas más importantes para este propósito se destacan la C, la B3, la E y la K, cada una con un rol específico en el sistema circulatorio.

• Vitamina C

Además de su conocida función en la piel y el sistema inmunológico, esta vitamina fortalece los vasos sanguíneos y ayuda a prevenir la formación de coágulos. Se encuentra en frutas como naranjas, kiwis, frutillas y pimientos, fundamentales en una dieta variada.

• Vitamina B3 (Niacina)

Este nutriente mejora el flujo sanguíneo y contribuye al fortalecimiento de los vasos, reduciendo el riesgo de obstrucciones. Puede incorporarse a través de alimentos como atún, pollo, huevo y frutos secos.

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• Vitamina E

Su efecto vasodilatador permite que la sangre circule con mayor facilidad, evitando la formación de coágulos. Almendras, avellanas, semillas de girasol, aceite de oliva y pescados como el salmón son fuentes ricas en este nutriente.

• Vitamina K

Fundamental para la coagulación de la sangre y la oxigenación de los tejidos, esta vitamina ayuda a prevenir hemorragias internas y mejora la salud de las venas. Está presente en vegetales de hoja verde como espinaca y brócoli, así como en remolacha y aceite de oliva.

Incluir estos alimentos en la alimentación diaria no solo contribuye a una mejor circulación, sino que también fortalece el sistema cardiovascular, previniendo complicaciones a largo plazo.