O Globo - GDA
La probabilidad de tener o no un orgasmo para las mujeres está estrechamente ligada a la orientación sexual. Aquellas que tienen relaciones sexuales heterosexuales tienen un 65% de probabilidad de alcanzar el clímax en encuentros con parejas, mientras que en las mujeres lesbianas este índice aumenta al 86% —los hombres heterosexuales figuran en la parte superior de esta lista, con un 95%.
La llamada "brecha orgásmica" ya era un fenómeno conocido por la ciencia. Ahora, los investigadores quieren saber por qué.
En un estudio publicado recientemente en la revista Social Psychological and Personality Science, los científicos investigaron cómo los "scripts sexuales" (formas socialmente aprendidas de comportarse en el sexo) varían según el género de la pareja y cómo esto afecta la satisfacción al final de la experiencia de las mujeres.
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"La brecha orgásmica como fenómeno cultural se ha convertido en un tema de debate popular en los últimos años. Queríamos investigar por qué las mujeres que tienen relaciones sexuales con hombres tienden a tener menos orgasmos que las mujeres que tienen relaciones sexuales con otras mujeres", afirma Grace Wetzel, investigadora de psicología social en la Universidad de Rutgers, al sitio Psypost.
Para llevar a cabo la investigación, los autores reunieron a un grupo diverso de 476 mujeres, entre las cuales el 59,5% se identificaban como heterosexuales y el 40,5% como lesbianas. Las participantes debían tener al menos 18 años y haber tenido un período sexualmente activo en el último año.
Las participantes completaron cuestionarios con preguntas detalladas sobre su comportamiento sexual y las experiencias con su pareja actual o más reciente.
![Mujeres](https://imgs.elpais.com.uy/dims4/default/248ebb1/2147483647/strip/true/crop/1024x682+0+0/resize/1024x682!/quality/90/?url=https%3A%2F%2Fel-pais-uruguay-production-web.s3.us-east-1.amazonaws.com%2Fbrightspot%2F57%2F7c%2Fe0a8e6fd441c9e7988b8fcd50f46%2Fvida-campestre.jpg)
A partir de los datos recopilados, los investigadores concluyeron que no había diferencias significativas en la importancia que las mujeres heterosexuales y lesbianas le dan al orgasmo. Sin embargo, las disparidades en la satisfacción sexual variaban notablemente.
Las mujeres lesbianas informaron de una mayor frecuencia de estimulación del clítoris en sus encuentros sexuales que aquellas que tenían relaciones sexuales con hombres. Esta diferencia explica en parte la mayor ocurrencia de orgasmos, ya que está relacionada tanto con una expectativa de llegar al clímax como con la búsqueda activa de este resultado.
Para comprender cómo un cambio en el género de la pareja puede influir en la expectativa de un orgasmo —y, por lo tanto, en su concreción—, los investigadores llevaron a cabo un experimento con 481 mujeres bisexuales.
La propuesta era imaginar un escenario que implicara una noche de sexo. Los científicos pidieron a las voluntarias que pensaran en una cena romántica con alguien, seguida de una transición al dormitorio, donde se anticipaba la actividad sexual. En esta historia, el otro personaje era a veces un hombre y a veces una mujer. Las mujeres que imaginaron el encuentro con otra mujer mostraron una expectativa mucho mayor de recibir estimulación del clítoris y, por lo tanto, tenían más tendencia a esperar un orgasmo como resultado.
Kate Dieckmann, autora principal del estudio, enfatiza que el estudio puede tener implicaciones en la vida sexual de las parejas de manera objetiva: "Si las mujeres, o los hombres que están con ellas, quieren mejorar su propio orgasmo o el de sus parejas, necesitan crear un ambiente que favorezca la búsqueda del mismo a través de varios medios sexuales, especialmente los que implican estimulación del clítoris", afirmó a Psypost.
Wetzel agregó que los resultados no deben interpretarse como si los hombres fueran inherentemente "malos amantes". Para ella, la cuestión radica en la necesidad de cambiar los "scripts sexuales" en torno al placer femenino. "El problema aquí es que la narrativa dominante asociada al sexo heterosexual no incluye suficiente estimulación del clítoris o enfoque en el placer de la mujer", dijo.
También destacó que "los resultados no deben interpretarse como si reflejaran una experiencia universal para mujeres lesbianas, heterosexuales y bisexuales".