Redacción El País
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos sanos consuman entre 1,5 y 2 litros de aguaal día. Sin embargo, esta cantidad puede variar en función de factores como la edad, el sexo, el peso, el nivel de actividad física y el clima.
En general, las personas mayores necesitan beber más agua que los adultos jóvenes. Esto se debe a que a medida que envejecemos, nuestro cuerpo pierde la capacidad de retener el agua. Las mujeres también suelen necesitar beber más agua que los hombres, ya que tienen un menor porcentaje de masa muscular.
El nivel de actividad física también influye en la cantidad de agua que necesitamos. Las personas que realizan ejercicio con regularidad deben beber más agua para reponer la que pierden a través del sudor.
El clima también es un factor importante a tener en cuenta. En climas cálidos y húmedos, necesitamos beber más agua para evitar la deshidratación.
La sed es un buen indicador de que nuestro cuerpo necesita agua. Sin embargo, es importante beber agua con regularidad, incluso si no tenemos sed.
La hidratación adecuada es esencial para la salud y el bienestar. El agua ayuda a:
- Mantener el cuerpo hidratado y funcionando correctamente.
- Mejorar la digestión y la eliminación de desechos.
- Mantener la piel hidratada y saludable.
- Regular la temperatura corporal.
- Proteger el corazón y los vasos sanguíneos.
- Mejorar el rendimiento físico y mental.
- Fortalecer el sistema inmunológico.
Por lo tanto, es importante hacer de la hidratación una prioridad. Podemos hacerlo bebiendo agua a lo largo del día, incluyendo frutas y verduras ricas en agua en nuestra dieta y evitando el consumo de bebidas azucaradas.
¿El agua con gas tiene más beneficios?
La evidencia científica sobre los beneficios del agua con gas es mixta. Algunos estudios sugieren que puede tener beneficios para la salud, como ayudar a la digestión y reducir el riesgo de cálculos renales. Sin embargo, otros estudios no han encontrado ningún beneficio significativo.
En general, no hay evidencia suficiente para afirmar que el agua con gas sea más beneficiosa que el agua del grifo. Sin embargo, si te gusta el agua con gas, puedes disfrutarla sin preocupaciones.